interior – historiapolitica.com https://historiapolitica.com El sitio web del Programa Interuniversitario de Historia Política Thu, 30 Apr 2020 14:51:17 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://historiapolitica.com/wp-content/uploads/2014/08/cropped-logo1-32x32.png interior – historiapolitica.com https://historiapolitica.com 32 32 Dossier. Socialismo en el interior. Socialismo al interior. https://historiapolitica.com/dossiers/socialismo-al-interior/ Tue, 08 Dec 2015 23:15:54 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3230 Socialismo en el interior. Socialismo al interior. Prácticas partidarias, cultura política y sociabilidades a “ras de suelo” en el Partido Socialista de la Argentina.

 

Silvana Ferreyra (CONICET- CEHIS- UNMdP)

 

El libro sobre estudios del Partido Socialista en la Argentina, compilado hace ya diez años por Hernán Camarero y Carlos Herrera (2005), continúa siendo una de las principales síntesis académicas sobre el tema. En el prólogo de la obra, los editores efectúan un interesante balance bibliográfico que delinea los avances de un campo todavía en construcción. En ese texto, tan sólo una de sus sesenta y cuatro páginas se dedicaba a los análisis sobre el socialismo en el interior. La ausencia tenía un correlato con la escasez de trabajos sobre el problema y alertaba sobre una vacancia en la agenda historiográfica.

En la última década, el campo de estudios sobre el socialismo ha crecido significativamente. Un síntoma claro de esa expansión ha sido la constitución de la Red de Estudios sobre el Socialismo Argentino (coordinada por Carlos Herrera y Ricardo Martínez Mazzolla). El análisis de la historia de esta fuerza política en distintas localidades y provincias de la Argentina ha sido una de las dimensiones de este crecimiento. Aunque las investigaciones responden todavía a una serie de preocupaciones dispersas, vinculadas a las distintas realidades locales, creemos que la compilación de algunos de estos trabajos puede ayudarnos a esbozar un conjunto de interrogantes en torno al modo en que las experiencias situadas resignificaron al socialismo argentino, matizando una historia partidaria urbana y “capitalinocéntrica”.

Un paralelismo válido puede establecerse con las lecturas “extracéntricas” sobre el peronismo (Macor y Tcach, 2003 y 2013) que han mostrado cómo las reconstrucciones de este movimiento político en la periferia llevaron a repensar algunas de las nociones compartidas sobre la naturaleza del peronismo, al punto de plantearse como alternativa a las visiones ortodoxa y revisionista. Aunque retomando todo el potencial de esta propuesta, nos interesa ser cautos respecto al sesgo “tradicionalista” que una lectura en esta clave podría imponer para el análisis del socialismo, instalando un cuestionario donde las preguntas centrales refieran al nivel de conservadurismo de esta fuerza política o, de signo contrario pero en el mismo sentido, en la búsqueda de los restos de progresismo en espacios tradicionales. Más modestamente, nos interesa identificar el modo en que el análisis del socialismo en el marco provincial y local ha puesto en la agenda la perspectiva microanalítica para el análisis partidario. Partiendo de esta situación, nuestra inquietud no se concentra sólo en el socialismo en el interior, sino que –y principalmente- apunta a analizar el socialismo al interior. El lazo entre ambos enunciados se explica, no tanto por considerar que las relaciones en comunidades pequeñas sean más personales que en grandes unidades de población, sino porque ha sido el análisis del socialismo en el marco provincial y local el que ha puesto en la agenda la perspectiva microanalítica. {{1}}

[[1]] Una excepción a esta tendencia puede verse en Pérez Branda (2011) [[1]]

Al respecto, suponemos que los análisis de las prácticas partidarias, las representaciones y las sociabilidades políticas en escenarios localizados permitirá construir una historia del socialismo más vinculada a las formas concretas de la política, generando terrenos de debate menos afectos a premisas liberal-democráticas sobre lo que debe ser el comportamiento político de las personas. Aunque esta tensión ya se ha sugerido para otras fuerzas políticas, para el caso del socialismo resulta particularmente relevante pues tanto los actores como una parte de los cientistas sociales que han encarado su estudio compartieron un conjunto de constructos conceptuales que han llevado a imprimir cierto anclaje valorativo idealizado a las prácticas cotidianas de la vida partidaria (Ferreyra, 2011). Esta perspectiva ideal enfrenta al socialismo con el universo de la “política criolla”, protagonizado a lo largo de la historia por conservadores, radicales y peronistas. En el primer espacio se conformaba un ciudadano comprometido gracias a su participación libre en la sociedad civil, cuyas decisiones políticas se basaban en el análisis de los programas y la organicidad de los partidos. En el otro ámbito, las carencias educativas y culturales de los habitantes del país les impedían elegir “racionalmente”, viéndose influenciados por vínculos personales y prácticas venales. En síntesis, creemos que un estudio del partido “a ras de suelo” puede ser más sensible para detectar las interferencias que se generaron entre la dimensión normativa socialista y las prácticas concretas.

Los trabajos seleccionados para este dossier están lejos de agotar el universo de estudios sobre el tema. Hemos buscado atender a una variedad espacial y cronológica, aunque priorizando la elección de autores que hayan tomado la historia del socialismo como eje de sus preocupaciones. Asimismo, nos pareció oportuno incluir trabajos recientes junto a otros ya clásicos, buscando poner en diálogo voces pertenecientes a generaciones diversas. Los límites temporales del dossier buscan identificar a lo largo del siglo XX una fuerza política que pasa por momentos de consolidación, auge, crisis y recuperación; aunque la mitad de los trabajos transitan la exitosa década del treinta y ninguno va más allá de la década del sesenta, cuando las divisiones sucesivas se abren paso en el campo de la “nueva izquierda”(Tortti, 2009). Espacialmente, hemos cubierto las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y Neuquén, aunque nuevamente más de la mitad de los trabajos se centran en territorio bonaerense, aquel que ha concitado mayor atención.

Más allá de estas divisiones administrativas, los trabajos muestran que el socialismo se desarrolló a partir de nodos y redes regionales, tal como lo evidencian los sucesivos contactos que los trabajos de Cabezas, Martocci y Prislei revelan entre los dirigentes de Bahía Blanca (Buenos Aires), el territorio pampeano y el neuquino. Asimismo, el artículo de Barandiarán muestra los lineamientos de una organización partidaria cuya articulación no se rige estrictamente por límites administrativos y políticos, advirtiendo que la distribución de los centros en los “comités de zona” no solía tener una lógica clara desde el punto de vista geográfico ni de la división electoral existente (p.19).

Los trabajos aquí presentados también permiten profundizar en torno a la cuestión rural, un tema nodal para los socialistas argentinos, contrabalancenado la imagen de un PS capitalino eminentemente urbano y complejizando la visión que sobre este tópico podemos conseguir a partir de las lecturas programáticas. Martocci y Barandiarán se proponen mostrar cómo circularon en las zonas rurales los conocimientos sobre el despliegue del capitalismo agrario. Aunque ambos reconstruyen distintos medios de difusión para este ideario (altoparlantes, películas, radiotelefonía, conferencias, relaciones “cara a cara”) revelan que el material impreso fue el predominante. Martocci coincide con Barandiarán al afirmar que este accionar fue contradictorio: difundían sus ideas de manera escrita, pese a que muchos de los habitantes rurales eran analfabetos (p. 22). Otras contradicciones señaladas por los autores, que seguramente operaron en detrimento de la propaganda rural, fueron la inexistencia de material en lengua extranjera para circular entre los migrantes y cierta minusvaloración de los habitantes del campo, a los que percibían como individuos con entendimiento limitado.

En efecto, el rol que los socialistas le otorgaron a la propaganda escrita fue central, en línea con la visión iluminista y pedagógica de la política que predicaban. Un testimonio fehaciente de la penetración territorial del socialismo puede seguirse a partir de la proliferación de emprendimientos periodísticos partidarios locales que circulaban a la par de La Vanguardia , el periódico del PS a nivel nacional. Para sólo mencionar los recuperados por los autores de este dossier: Juventud (Río Cuarto), Germinal (La Pampa), Luchas de Clases y Nuevos Tiempos (Bahía Blanca), El Despertar de Un Pueblo (Neuquén), Trilladora (periódico rural), La Democracia (Baradero), Tribuna Roja y Verdad (Luján), El Trabajo ( Mar del Plata).

Aunque las publicaciones periódicas son una fuente importante en casi todas las reconstrucciones aquí publicadas, los artículos de Prislei y Martina los toman como objeto central de análisis. Prislei propone pensar “la prensa como vidriera pública que oficia a modo de foro donde resulta pasible localizar e interpretar representaciones de la política y de la sociedad, con el objeto de observar aspectos relevantes tanto en los modos imaginados para incidir en el plano de las creencias colectivas, cuanto en las búsquedas por ejercer la representación de la soberanía popular.”(p.2) Por su parte, siguiendo las páginas de la revista Juventud, órgano de la Juventud Socialista riocuartense, Martina se propone contextualizar las estrategias y acciones elaboradas por el PS local antes y después del ascenso del peronismo a la presidencia.

Los conceptos de culturas políticas e imaginarios políticos traman estos análisis enfocados en las representaciones sociales que le permitieron definir su relación con el “otro” en espacios marginales. Por este camino, Martocci reconstruye los conflictos contra el fascismo, la iglesia y los terratenientes, enfrentamientos que se repiten en el análisis de otros escenarios locales para los años treinta, como el neuquino y el bonaerense. En definitiva, el amplio espectro de cruces que evidencia el enfoque del socialismo en el interior invita a pensar la ausencia del conflicto burguesía/ proletariado en términos menos reformistas de los que se le impugnan al analizar escenarios urbano-industriales.

Bisso avanza en este sentido, indagando en torno a las prácticas concretas de movilización y sociabilidad que el antifascismo argentino supo promover en las localidades del interior bonaerense. Su objetivo es “analizar los alcances y límites de la autonomía existente en las prácticas de recepción y construcción de apelaciones locales que tenían los mencionados círculos socialistas, en relación con la propuesta de discursividad antifascista que emanaba y se distribuía desde los centros políticos nacionales.” (p.8) Los cruces que el autor propone, alternando la dimensión local, provincial y nacional junto con la internacional, muestran la potencialidad del juego de escalas.

Trabajos como los de Bisso, Martocci y Prislei, enfocados en las relaciones entre cultura y política, aportan evidencia para conocer el modo en que los socialistas argentinos desplegaron una prolífica actividad cultural y educativa, enriqueciendo una tradición historiográfica que había focalizado en los vínculos entre socialistas y distintas asociaciones intermedias (clubes, sociedades de fomento, cooperativas, bibliotecas). Aunque centrados en Capital Federal, los estudios de Aricó (1991), Barrancos (1991) o Romero y Gutiérrez (1995) – por sólo mencionar algunos- fueron los primeros en desarrollar la agenda microanalítica para el estudio del socialismo. El artículo de Ferreyra también dialoga con estas investigaciones, que buscaban dar cuenta de un “socialismo desde abajo”, construido a partir de organizaciones sociales y culturales de la sociedad civil y se planteaban como alternativa a los modelos estatalistas. La autora muestra como la tendencia a favor de la descentralización y el convencimiento sobre las virtudes de la sociedad civil que guió esas reconstrucciones históricas se resiente cuando se enfoca el análisis en las experiencias de gestión comunal del socialismo después del peronismo, en la medida en que enfatizaron en la racionalización y la eficiencia como principios centrales para guiar la acción del estado.

En este trabajo, la gestión municipal aparece como otro aporte destacable de los enfoques sobre el socialismo en el interior, pues a la dimensión legislativa del accionar socialista se suma un posible análisis de su accionar en los ejecutivos comunales. En esta línea, Prislei constata un “estrecho umbral de tolerancia para lidiar con dificultades concretas de la gestión de convivencia y confrontación con otros sectores de poder en la experiencia neuquina” (p.42). En efecto, las tramas personales se cruzan con las identidades políticas y las posiciones programáticas complejizando las posibilidades de análisis. En este aspecto, Da Orden llama la atención sobre la importancia que tenían las redes primarias en un partido como el socialista, que hacía de lo ideológico e institucional una de las banderas que lo diferenciaban de las restantes agrupaciones políticas. El éxito partidario del socialismo en Mar del Plata durante los años veinte residió en la centralidad estratégica que los dirigentes del partido ocupaban en distintas asociaciones intermedias de la ciudad, especialmente sociedades recreativas, mutuales no étnicas y gremios patronales, seguidos de los gremios de trabajadores y de mutuales étnicas (sobre todo las italianas).

Esta imagen modernizante del PS también aparece cuestionada en el trabajo de Cabezas, quien aprovecha su análisis sobre los mecanismos partidarios internos a través de los cuales el PS financiaba, organizaba y llevaba a cabo la propaganda para revisitar algunas ideas cristalizadas para la historiografía sobre el socialismo. En particular, colocando al Centro Socialista de Bahía Blanca como foco de su análisis, matiza la visión del PS como un partido estrechamente centralizado a partir de la reconstrucción del proceso de producción de la política a nivel regional, al que nos referíamos anteriormente.

En pocas palabras, en esta introducción no hemos hechos más que visitar un sistema de problemas que podrán encontrar abordados con minuciosidad e inteligencia en los textos del dossier. De este modo, buscamos que el mismo sea una invitación a desarrollar nuevas investigaciones que permitan enriquecer una agenda propia de los estudios sobre el socialismo en el interior.

Textos del dossier:

 

Bibliografía citada

Aricó, José (1991) “Recuperar la memoria de las experiencias comunales” en La Ciudad Futura. Revista de cultura socialista, Nº 28, abril-mayo.
Barrancos, Dora (1991) Educación, cultura y trabajadores, Buenos Aires, CEAL.
Camarero, Hernán y Carlos Herrera (2005) “El Partido Socialista en Argentina: nudos históricos y perspectivas historiográficas”, en Camarero, H. y C. Herrera (eds.) El Partido Socialista en Argentina. Sociedad, política e ideas a través de un siglo, Buenos Aires, Prometeo, pp. 9-73
Ferreyra, Silvana (2011) “Socialismo y peronismo en la historiografía sobre el Partido Socialista” en Revista Prohistoria Nº 15, Rosario, junio, Disponible en: http://ref.scielo.org/xqynms
Macor, Darío y Tcach, César (2003) La invención del peronismo en el interior del país. Santa Fe, Ediciones UNL.
Macor, Darío y Tcach, César (2013) La invención del peronismo en el interior del país II. Santa Fe, Ediciones UNL.
Pérez Branda, Pablo (2011) “Los centros socialistas y sus dirigentes durante la crisis partidaria de 1927. El nacimiento del Partido Socialista Independiente”, en Pérez Branda, P. (comp.) Partidos y micropolítica, Mar del Plata, Suárez, pp. 53-81
Romero, Luis Alberto y Gutiérrez, Leandro H. (1995). Sectores populares, cultura y política. Buenos Aires en la entreguerra, Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
Tortti, María Cristina (2009) El “viejo” Partido Socialista y los orígenes de la “nueva” izquierda, Bs.As., Prometeo.

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Dossier. La fragua del Peronismo en el interior del país. https://historiapolitica.com/dossiers/peronismo-interior/ Fri, 05 Dec 2014 23:16:13 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=2755 La fragua del Peronismo en el interior del país

 

Adriana Kindgard (UNJu-ISHIR/CONICET)

La pregunta sobre los orígenes del peronismo ha estado instalada, explícita o implícitamente, en el horizonte de quienes se interesaron a lo largo de los años en el estudio de este fenómeno político. Una novedad de las últimas décadas ha sido la re-problematización de la cuestión a partir de los resultados de investigaciones que pusieron la mira en el ámbito de las provincias y los territorios nacionales. Tanto la pionera obra de Darío Macor y César Tcach (La invención del peronismo en el interior del país, 2003) -continuada recientemente en una segunda parte publicada en 2013- como la compilación de Oscar Aelo (Las configuraciones provinciales del peronismo, 2010) dan buena cuenta de las principales líneas de indagación y revelan hasta qué punto la mayoría de los estudios sobre el primer peronismo centrados en espacios subnacionales vienen privilegiando el análisis de los sectores dirigentes de la nueva fuerza política, por sobre el de sus bases de apoyo. Hay algunas excepciones y, entre ellas, el trabajo de Ernesto Bohoslavsky y Daniel Caminotti que abre el presente dossier. Desde perspectivas propias de una historia social de la política los autores se interesan por el mundo rural norpatagónico, llevando la mirada hacia los departamentos de Collón Curá, Picún Leufú y Catan Lil, en Neuquén, y el de El Cuy, en Río Negro, a fin de incorporar al análisis de los orígenes del peronismo en la región a los trabajadores rurales conchabados en las estancias de la vera del Limay, atendiendo a las transformaciones a nivel de sus prácticas y de su universo simbólico. Estos actores, que hasta la víspera desenvolvían su existencia bajo condiciones de extrema precariedad, experimentaron los efectos concretos de las políticas sociolaborales emprendidas tempranamente desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. Recurriendo a expedientes judiciales sobre accidentes laborales y a la historia oral como vía de acceso a la subjetividad de ex trabajadores y encargados de estancias, Bohoslavsky y Caminotti demuestran la medida en que estas vivencias impactaron tanto en sus identidades políticas como a nivel de las identidades de clase, significando, por otra parte, la definitiva incorporación simbólica de estas poblaciones a la nación argentina. Entre otros méritos, este artículo tiene el de haber delineado una agenda alternativa para los estudios del peronismo periférico, que insta a no abandonar la senda trazada por los estudios clásicos y los llamados revisionistas en lo que hace a la interrogación por los vínculos entre los obreros y Perón. El peronismo nació de una voluntad política proyectada, desde un principio, al conjunto nacional privilegiando dentro de éste al sujeto popular en general. Si bien los primeros interlocutores fueron los obreros tempranamente organizados en sindicatos, era a todos los sectores del trabajo -de Buenos Aires, del Interior, y del interior del Interior- al que Perón ofrecía, desde el Estado, expresión y representación. Todos fueron proclives a atravesar un proceso de redefinición identitaria, al ritmo de las realizaciones y consignas del emergente caudillo y, a su turno, a brindar un apoyo electoral cuya vastedad hizo posible y perdurable al peronismo.

El artículo que aquí incluimos de María del Mar Solís Carnicer y José Antonio Meza, focalizado en dos departamentos del interior correntino, San Luis del Palmar y General Paz, recoge en buena medida esta herencia historiográfica de los estudios norpatagónicos. Buscando dilucidar las razones que hicieron de Corrientes la única provincia del país en donde el peronismo no consiguió triunfar el 24 de febrero de 1946, los autores reconstruyen las especificidades de las prácticas políticas en espacios rurales de dimensión local, en donde pervivían arraigadas tradiciones políticas con eje en relaciones de patronazgo y en la fuerza de la figura del caudillo. Sólo tras mediar una intervención federal a la provincia, los trabajadores rurales acusaron el impacto de la activa política sociolaboral de la Delegación del Ministerio de Trabajo y Previsión –materializada en las recurrentes visitas de inspectores a las estancias para vigilar de cerca el cumplimiento de la legislación laboral- y atravesaron un proceso de redefinición identitaria contundentemente reflejado en los resultados de los comicios provinciales de 1948 y en las elecciones generales de 1951.

Develar la complejidad inherente a los procesos de configuración de identidades y las motivaciones que informaron las prácticas políticas de bases y dirigencias en los momentos formativos del peronismo requiere llevar la escala del análisis hasta el nivel de lo micro. Así lo entiende Alejandra Salomón quien, en el tercer trabajo incluido en el dossier, problematiza la cuestión de la génesis del peronismo en el interior bonaerense, tomando como eje lo local y lo rural. Asumiendo que el ámbito rural integra la subjetividad de los actores, constituyendo un espacio cultural que incide en la construcción del espacio político, Salomón hace una apuesta metodológica por la microhistoria como camino de acceso a la dimensión simbólica de las relaciones sociales y a la comprensión del modo en que se vive cotidianamente la política. Su indagación se orienta hacia la construcción del poder político peronista en localidades bonaerenses insertas en contextos rurales, señalando a la vez la importancia de interrogarse por el proceso de conversión al peronismo de la población rural, teniendo en cuenta sus reivindicaciones específicas.

Finalmente, el trabajo de Leandro Lichtmajer centra la atención en las transformaciones habidas en las relaciones de poder y las prácticas políticas al interior del mundo azucarero tucumano, a partir de la irrupción del movimiento liderado por Perón. Adoptando una perspectiva de micronivel, el autor focaliza la mirada en los pueblos de Bella Vista, Ranchillos y San Juan, aledaños a tres ingenios, para comprobar la hondura de la brecha que marcaron, a este nivel local, los procesos desatados a partir del 4 de junio de 1943, reflejada elocuentemente en la sensible mutación de lealtades políticas a favor de los emergentes líderes obreros. Se trataba de espacios que acusaban la impronta de las tradiciones culturales características del mundo rural, a lo que se sumaba la omnipresente gravitación de la agroindustria pautando todas las esferas de la vida social, y la hegemonía política de los industriales azucareros cimentada en la efectividad de las redes por ellos lideradas. El proceso de sindicalización alentado desde el Estado trastocó las relaciones de poder y resquebrajó jerarquías y deferencias, sobre el telón de fondo de una fuerte conflictividad.

Con sus matices, los trabajos aquí reunidos comparten la convicción sobre la importancia de seguir en la búsqueda de claves comprensivas del fenómeno peronista, incorporando al análisis a actores poco escudriñados, en espacios poco recorridos. Comparten también un convencimiento sobre las potencialidades de una perspectiva analítica orientada al rescate de subjetividades al interior de complejas redes de interacción social y en referencia a contextos locales que requieren de una intensiva reconstrucción, sin descuidar los marcos más generales que los informan.

Textos

 

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