Latinoamérica – historiapolitica.com https://historiapolitica.com El sitio web del Programa Interuniversitario de Historia Política Thu, 30 Apr 2020 14:50:53 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://historiapolitica.com/wp-content/uploads/2014/08/cropped-logo1-32x32.png Latinoamérica – historiapolitica.com https://historiapolitica.com 32 32 Dossier. Diplomacia, vida cultural y circulación de saberes https://historiapolitica.com/dossiers/diplomacia-circulacion-saberes/ Fri, 13 Nov 2015 21:21:24 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3179 Diplomacia, vida cultural y circulación de saberes

 

Juan Pablo Scarfi (Centro de Historia Intelectual, UNQ)

 

La diplomacia como profesión y como práctica ha estado asociada tradicionalmente con la dimensión formal de las relaciones internacionales en el campo de la política internacional, la política exterior, el rol de los ministerios de relaciones exteriores, así como también con la tradición de la historia diplomática en sus versiones clásicas. Sin embargo, la diplomacia ha estado estrechamente ligada a la vida cultural. En América Latina y en general en el continente americano, la dimensión cultural y los intercambios y la circulación saberes e ideas comenzó a ser una parte central de la vida diplomática como tal entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX. En este sentido, en los últimos años, un espectro muy amplio de historiadores de las ideas y de la cultura, de las relaciones internacionales, así como también críticos e historiadores de la literatura, han comenzado a prestar crecientemente mayor atención a la dimensión cultural de la diplomacia y las relaciones internacionales y a la circulación de saberes e ideas y a conformación de redes culturales como componente centrales de la diplomacia y las relaciones internacionales. Esta literatura parte del supuesto de que la diplomacia y las relaciones internacionales como prácticas trascienden a la política exterior, los ministerios de relaciones exteriores, las cancillerías y las embajadas. Este dossier reúne, entonces, una serie de trabajos que exploran la diplomacia como una parte central de la dimensión transnacional de la vida cultural y la circulación e intercambio de saberes, literaturas y símbolos al interior de América Latina y entre América Latina y los Estados Unidos, así como también la importancia de los factores simbólicos y culturales, en particular la literatura y los monumentos, en la construcción del amplio y complejo universo de la diplomacia y las relaciones internacionales en nuestro continente.

Con el reciente auge de la historia transnacional y con el progresivo desarrollo en las últimas dos décadas de la historia intelectual y cultural, comenzaron a generarse interesantes puntos de convergencia entre estos dos campos historiográficos. Esas convergencias y los efectos historiográficos que despliegan están hoy en plena ebullición y resulta difícil aún evaluarlos. Pero en todo caso cabe señalar que han dado lugar a una serie de nuevas preocupaciones historiográficas como la dimensión cultural de la diplomacia y las relaciones internacionales, la diplomacia cultural como tal, la circulación transnacional de saberes, objetos, símbolos y prácticas culturales, las redes culturales, la historia intelectual global y los orígenes de la globalización, así como también a una renovación de los estudios sobre el imperialismo y el antiimperialismo que comenzaron a poner la atención en los factores culturales, las redes y la interacción cultural bidireccional.

La mayor parte de los trabajos que pueden inscribirse en el marco de estas renovaciones historiográficas han tendido a concentrarse en el periodo que va desde 1880 y 1946. Dicho período coincide con la formación de una burocracia estatal, la modernización de la diplomacia y la institucionalización de los ministerios de relaciones exteriores y las embajadas, la expansión mundial del telégrafo y los cables de noticias, el surgimiento de la diplomacia cultural moderna y la construcción de redes modernas de cooperación intelectual regionales y continentales. Sin embargo, un cuerpo emergente de investigaciones reciente ha comenzado a poner su atención también en la Guerra Fría cultural en América Latina y en Argentina, la diplomacia en los años peronistas y la historia reciente de la diplomacia cultural y la circulación de saberes en Argentina, América Latina y el continente americano en general.

Los artículos que integran este dossier exploran desde diversas perspectivas y poniendo el acento en distintos universos geográficos, la diplomacia cultural, la construcción de imaginarios culturales en torno de otros países del continente, solidaridades e intercambios regionales y la circulación de saberes, lenguajes y símbolos como factores centrales de la diplomacia y las relaciones internacionales, resaltando así la importancia de los factores culturales (y al mismo tiempo la relevancia de la vida cultural para la diplomacia). Si algunos artículos se ocupan del lugar de los intercambios transnacionales dentro de América Latina por medio de símbolos, monumentos, viajes, cartas y redes culturales, otros examinan la amplia gama y variedad de imaginarios que intelectuales y diplomáticos (e intelectuales-diplomáticos) de la Argentina construyeron acerca de los Estados Unidos como una potencia emergente en el continente. Aunque resulta difícil hablar de una historiografía consolidada sobre las relaciones internacionales entre los países latinoamericanos y la amplia gama de imaginarios que en la región, y en particular en la Argentina, se construyeron de los Estados Unidos, la apuesta historiográfica hacia el futuro, como se desprende de los artículos aquí reunidos (ninguno de los cuales tiene más de seis años de antigüedad), parece ir en la dirección de cubrir estos vacíos a partir de la apuesta a la dimensión cultural de las relaciones internacionales y la diplomacia y a la circulación transnacional desde abajo y desde arriba de saberes, símbolos, imaginarios y artefactos culturales. En otras palabras, la historiografía de las relaciones internacionales apunta hacia la historia transnacional de la cultura y la historia intelectual global.

La selección reunida en este dossier comienza con artículos sobre el rol de las redes culturales, los viajes, la correspondencia, las revistas y la simbología y el lenguaje geopolítico transnacional de los monumentos patrios en la construcción de las relaciones internacionales latinoamericanas en los ámbitos de la diplomacia de alto rango de las elites y las oficinas y embajadas, así como también en el intercambio y las solidaridades que trascendían el universo de las elites y la diplomacia formal y estaban ligadas al ámbito de los intelectuales, escritores, la sociedad civil e incluso la cultura popular. Martín Bergel analiza las prácticas e intercambios culturales e intelectuales entre distintas figuras de la vida cultural e intelectual de la región que contribuyeron a consolidar ideas y prácticas en favor de la unión continental, forjando lo que él denomina “un latinoamericanismo desde abajo” articulado en torno de revistas de alcance continental, viajes, correspondencia y circulación ideas. El autor propone una nueva mirada del imaginario regional y del antiimperialismo latinoamericano, centrada en las prácticas culturales y las representaciones que permite vislumbrar hasta qué punto el ciclo latinoamericanista que tuvo lugar entre 1898 y 1936 cobró fuerza a partir de la apuesta de construir relaciones internacionales entre los pueblos y sus respectivos intelectuales, en contraposición a las elites políticas y los ministerios. Álvaro Fernández Bravo explora las redes culturales americanistas de la revista Sur en la década de 1940, atendiendo a un aspecto que ha recibido escasa atención entre historiadores y estudiosos de la literatura latinoamericana: la incorporación del mundo tropical y del Brasil dentro de la óptica americanista de la revista. Cuestionando el presupuesto establecido de que la cultura brasilera se mantuvo bastante distanciada del resto de América Latina, Fernández Bravo observa, en cambio, que la figura de doble agente de María Rosa Oliver entre la Oficina Coordinadora de Asuntos Interamericanos y los círculos del comunismo y la izquierda latinoamericana fue una condición de posibilidad para que la literatura brasilera y el mundo tropical ingresaran al universo cultural argentino y hispanoamericano en los años cuarenta, lo cual tuvo consecuencias perdurables para las relaciones culturales entre ambos países.

Pablo Ortemberg, por su parte, examina el rol geopolítico de los monumentos patrios en la celebración de los centenarios de próceres y acontecimientos como San Martín, O´Higgins y el Centenario de Ayacucho en Argentina, Chile y Perú, y ante todo sus efectos culturales en la configuración y redefinición de las relaciones internacionales entre estos tres países entre 1910 y 1924. El autor argumenta que los monumentos y los festejos de los centenarios de las independencias de estos países contribuyeron a forjar acercamientos y lazos de solidaridad entre estos países en un contexto en el que existían conflictos limítrofes entre Chile y Perú por Tacna y Arica, surgidos de los efectos duraderos de la Guerra del Pacífico, así como también alianzas regionales como el acuerdo del ABC entre Argentina, Brasil y Chile de 1914.

Se cierra el dossier con dos artículos sobre los imaginarios y visiones culturales de los Estados Unidos y su emergencia como potencia continental esbozados por diplomáticos, intelectuales e intelectuales-diplomáticos argentinos de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Ambos trabajos toman distancia de la historiografía tradicional sobre los libros de viajes, el latinoamericanismo y el antiimperialismo latinoamericano y proponen nuevas miradas sobre el lugar de los Estados Unidos en el imaginario diplomático y cultural argentino. Por una parte, Paula Bruno analiza una variedad de registros discursivos de viajeros y diplomáticos que transitan desde la crítica antiimperialista y visiones abiertamente antiestadounidenses hasta la idealización, la simpatía y la admiración por el Coloso del Norte, proponiendo así que los Estados Unidos fueron como “un caleidoscopio”. La autora se concentra en autores como Miguel Cané, Paul Groussac, Eduardo Wilde y Martín García Mérou, y sostiene que algunas de estas figuras, como Wilde y García Mérou, escapan al lugar común del distanciamiento y la desconfianza hacia Norteamérica, y que lograron construir, en cambio, una mirada desde adentro fundada en una experiencia y un contacto directo con la cultura estadounidense. En un registro similar, el trabajo de Juan Pablo Scarfi explora el surgimiento de algunas visiones antiestadounidenses en Argentina que propugnaron una crítica lealista y diplomática, y cuestiona el postulado según el cual el antiimperialismo latinoamericanos y argentino estuvo dominado por una crítica culturalista de los Estados Unidos. El autor se focaliza en la obra de juristas, diplomáticos e intelectuales públicos como Roque Sáenz Peña, Vicente Gregorio Quesada y Manuel Ugarte, y argumenta que el discurso del derecho internacional y la diplomacia cumplió un rol importante en la conformación del antiimperialismo y del imaginario antiestadounidense en Argentina.

Textos seleccionados

  • Álvaro Fernández Bravo, “Redes latinoamericanas en los años cuarenta: la revista Sur y el mundo tropical”, en: Álvaro Fernández Bravo y Claudio Maíz (editores), Episodios en la formación de redes culturales en América Latina, Buenos Aires, Prometeo, 2009, Cap. 3, pp. 113-135.
  • ]]> Dossier. La guerra de 1898 y los intelectuales latinoamericanos: posiciones divergentes, resignificaciones y nuevas líneas de pensamiento https://historiapolitica.com/dossiers/guerra1898/ Mon, 17 Aug 2015 22:11:00 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3065 La guerra de 1898 y los intelectuales latinoamericanos: posiciones divergentes, resignificaciones y nuevas líneas de pensamiento

     

    Carolina López (Universidad Nacional del Sur -CEINA)

     

    Para 1898 comenzó en Cuba la última etapa de su lucha para lograr la independencia de España, sin embargo el ingreso de Estados Unidos resignificó la causa cubana y transformó a la guerra en un conflicto histórico –ideológico (Biagini, Lucha de Ideas en Nuestra América , 2000: 7). Desde una perspectiva continental, la guerra hispano-cubana-norteamericana representó el fin del Imperio español en América, al tiempo que formalizó la presencia de Estados Unidos como la nueva potencia hegemónica sobre el Caribe, que intentó crecer desalojando otras formas perimidas de dominación. Analizado de esta manera, el ‘98 cubano se convirtió en un hecho emblemático para América, señalando la instalación de un neo-imperialismo.
    El eje del conflicto, que giró en torno a la dominación, la independencia y la participación de las fuerzas en pugna que confluyeron en la Isla, provocó el desarrollo de opiniones y acciones heterogéneas en los países hispanoamericanos, que variaron de acuerdo a las facetas desde las cuales la realidad cubana fue observada y analizada. En el presente dossier nos ocuparemos del correlato que tuvo este conflicto en el espacio intelectual, cuya producción discursiva determinó el surgimiento de distintas vertientes de pensamiento, que tuvieron como nodo central del debate el rol desempeñado por los Estados Unidos en América, la valorización de España y su legado para las repúblicas hispanoamericanas; y la redefinición de la identidad continental a partir de categorías que se relacionan entre sí de manera constante: los patrones identitarios propios y la visión del otro, evaluados en sentido positivo o negativo.
    Desde 1898 y en adelante, las definiciones de una identidad común para las repúblicas hispanoamericanas convergieron en la necesidad de abandonar el espíritu de imitación de modelos foráneos, predominante durante el siglo XIX, y reconciliarse definitivamente con aquellos elementos que por naturaleza y tradición eran propios. En consecuencia, el ’98 cubano se convirtió en un hecho disparador y catalizador de un espacio de ideas divergentes, inmerso en un contexto en que se presentaba como necesaria una nueva construcción identitaria que permitiera enfrentar los desafíos del nuevo siglo.
    Finalizando el siglo XX, en los años cercanos al centenario de la guerra de 1898, se registró un notable aumento en el interés de los investigadores por profundizar el análisis del conflicto y sus múltiples dimensiones. Desde entonces, comenzaron a desarrollarse importantes estudios representativos del nuevo debate en torno a este hecho complejo. En algunos casos, las investigaciones se concentraron en las características del marco internacional en el que tuvo lugar la confrontación; en otros, las perspectivas historiográficas adquirieron un encuadre nacional, focalizando la mirada en los países protagonistas de la guerra o en los países que analizaron y evaluaron el conflicto como un hecho exógeno pero cercano a la vez.
    Considerando que el caso cubano es un punto de inflexión ubicado en la encrucijada de dos colonialismos en pugna, el objetivo del presente dossier es rescatar y analizar las distintas vertientes de pensamiento que surgen, se diversifican y resignifican en nuestro continente a partir de la guerra de 1898. De esta manera, los trabajos seleccionados constituyen un muestreo representativo de las múltiples lecturas que los intelectuales latinoamericanos realizaron en torno al ´98.
    El primer artículo, de Elena Torre, se ubica temporalmente en las etapas previas a la guerra de 1898 y concentra su análisis en la vertiente económica del pensamiento de José Martí, sobre la cual se estructura su doctrina antiimperialista, así como los principios de afirmación de autonomía y emancipación continental. Martí exploró, desde “la observación práctica”, las condiciones históricas de su época, a partir de las cuales pudo definir las variables que operaron en la consolidación del capitalismo mercantil en los países hispanoamericanos y la posterior transformación de esa fase del sistema en un capitalismo monopólico financiero, en el caso de Estados Unidos. La autora destaca como acontecimientos claves en la experiencia martiana su actuación de corresponsal en la Primera Conferencia Internacional de Washington en 1889, durante la cual reveló y denunció los intereses neocolonialistas de la política hemisférica estadounidense. El artículo concluye señalando que las previsiones de Martí en torno a una inminente escalada imperialista norteamericana sobre el continente y, por defecto, los peligros de subordinarse a un panamericanismo hegemónico y hegemonizante, constituyen puntos de fuga de una realidad que fatalmente se cristalizó en nuestra América.
    El texto de Ignacio García explora las vinculaciones que Rubén Darío y Francisco Grandmontagne tuvieron con el desarrollo de dos corrientes de opinión: las hispanistas de nuevo tipo, que surgieron en América tras el ’98 cubano y las americanistas vinculadas al regeneracionismo, que aparecieron poco después en España. El autor reconstruye en su artículo la importante acción desarrollada por la colonia de inmigrantes españoles en el Plata, quienes nucleados en la Asociación Patriótica Española, alentaron a aquellos intelectuales que, en el contexto bélico, pudieron vislumbrar la figura de un Estados Unidos agresor frente a una España arrastrada a la guerra para defender su soberanía. De esta manera, el accionar mediador de la Patriótica, de Darío y de Grandmontagne, colaboró en la redefinición del hispanismo y del americanismo, permitiendo restablecer el diálogo entre la intelectualidad a ambos lados del Atlántico, y aportando así un elemento más a ese vuelco ideológico que se produjo en Iberoamérica al comenzar el siglo XX.
    Los textos de Rodrigo González Natale y Paula Bruno analizan la intersección entre la trayectoria personal y la producción discursiva de dos de intelectuales que, en Argentina, manifestaron su posición ideológica con respecto a España, Estados Unidos y Cuba. El trabajo de González Natale focaliza su mirada en la posición antiimperialista e hispanoamericanita adoptada por Roque Sáenz Peña, en los años anteriores y durante el transcurso de la guerra del ´98. Sáenz Peña conjuga en su discurso las razones de orden pragmático, inherentes a las necesidades de un país en pleno proceso de desarrollo, con la construcción de un ideal de unidad latinoamericana a partir de una visión hispanista de raza, como estrategia real para confrontar el avance imperialista de los Estados Unidos en el Caribe.
    Por su parte, el texto de Paula Bruno analiza el discurso de Paul Groussac, quien interpretó a la guerra de 1898 como una auténtica contienda civilizatoria, fundada en una filosofía de la historia apocalíptica y dicotómica. A partir del ´98, España se transformó en la “señora de la latinidad”, cuyos altos valores morales debían ser defendidos frente al avance del Calibán yankee, representante de la barbarie vulgarizadora en el mundo y generador de los efectos más detestables de la masificación. El mamut y el hidalgo son las figuras alegóricas que utilizó el intelectual para sintetizar este enfrentamiento de dos modelos civilizatorios.
    El artículo de mi autoría tiene como objetivo analizar los discursos de un grupo de intelectuales argentinos –Roque Sáenz Peña, Paul Groussac, Martín García Mérou y Carlos María Urien- quienes manifestaron distintas opiniones en relación a la historia de Cuba como colonia española, los motivos que impulsaron la independencia y el trayecto recorrido por el pueblo cubano en su lucha libertaria. Del grupo intelectual analizado es Carlos María Urien quien justificó la lucha del pueblo cubano al considerar que perseguían la concreción de un ideal genuino y supremo, la independencia, a la vez acto redentor y superador de colonialismos pretéritos. Sin embargo, en el resto de los discursos se observa cómo la importancia y centralidad de la causa cubana se fue diluyendo a medida que los intelectuales concentraron su interés en justificar o denunciar las acciones desplegadas por España y Estados Unidos en la Isla.
    Finalmente, cierra este dossier el artículo de Martín Bergel, quien explora el estrecho vínculo que existió en América Latina entre las posturas antiimperialistas y antiyanquis, señalando a la guerra de 1898 como el hecho disparador que dio consistencia y visibilidad a esta corriente de opinión. Hacia atrás, con la Primera Conferencia Paname¬ricana de Washington en 1889; hacia adelante con la posición de intelectuales como José Rodó, Francisco García Calderón, Manuel Ugarte y José Vasconcelos; y con el surgimiento, en la década de 1920, de numerosas entidades intelec¬tuales y políticas, se logró que el antiimperialismo-antiyan¬qui se hallara profusamente extendi¬do en América Latina. Sin embargo, el autor señala el inicio, hacia los años ´20, de una nueva posición a la que denomina anti-antinorteamericanismo. Esta nueva alternativa a la retórica antiimperialista, en la que participaron intelectuales de las dos Américas, tuvo como objetivo construir puentes de comunicación que posibilitaron atenuar el encono antinorteamericano en ese periodo. Ahondar en su estudio y reconstruir su devenir histórico permitiría, según Bergel, encontrar un anclaje para el reinicio del diálogo entre las fuerzas democráticas latinoame¬ricanas y norteamericanas, acaso un modo más efectivo de enfrentar real¬mente el fenómeno imperialista en el siglo XXI.

     
    Referencias de los textos

    ]]>
    Dossier. Telegrafía, comunicaciones y prensa periódica en Argentina y México https://historiapolitica.com/dossiers/comunicaciones-argentina-y-mexico/ Mon, 15 Jun 2015 18:14:40 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=2984 Telegrafía, comunicaciones y prensa periódica en Argentina y México

     

    Emiliano Gastón Sánchez (CONICET/UNTREF/UBA)

     

    Desde hace algo más de una década, impulsado en gran medida por el desarrollo de la historia global y transnacional, se ha ido conformando un heterogéneo campo de estudios sobre la historia global de los medios. El dinamismo y la riqueza de dicho campo pueden constatarse a través de los congresos, conferencias y publicaciones vinculadas a la temática que incluso han dado lugar a la creación de revistas especializadas como Global Media and Communication y Global Media Journal. Sin lugar a dudas, una de las temáticas que ha acaparado la mayor atención de este vasto campo interdisciplinario está relacionada con el tendido de una red global de comunicaciones compuesta, principalmente, por tres grandes actores: los Estados nacionales, las redes telegráficas submarinas y las agencias de noticias europeas y norteamericanas. Estas nuevas investigaciones han permitido constatar que el periodo comprendido entre 1860 y 1930 enmarcó la construcción de un “sistema mundial de medios” que, junto con el desarrollo del ferrocarril y los barcos a vapor, permitió sortear los obstáculos geográficos y organizar una red transnacional de negocios estatales y privados cuyos principales clientes fueron los propios Estados, las empresas privadas y la prensa periódica.

    Como parte de ese entramado informativo, a comienzos de 1860 se inició el tendido de una extensa red de cables submarinos entre América Latina, Europa y Estados Unidos. En un proceso no exento de conflictos con las empresas rivales de Francia, Alemania y Estados Unidos, las compañías británicas conquistaron una posición monopólica en el mercado de las comunicaciones latinoamericanas. Esa notable expansión de la comunicación global, no sólo estuvo integrada al desarrollo de la economía mundial entre 1870 y 1914, también fue una plataforma clave para una diseminación de valores culturales e ideológicos que coincidió con la conformación y/o modernización de los Estados nacionales en América Latina.

    En paralelo a este proceso, desde 1859 y mediante una serie de acuerdos sucesivos, las tres grandes agencias de noticias europeas, la francesa Havas (1835), la británica Reuters (1851) y la agencia Wolff de Alemania (1849), se “repartieron” los territorios del mundo en diferentes áreas de influencia. En esta suerte de reparto colonial comunicacional, la agencia Havas obtuvo el “monopolio” informativo sobre países de América Latina aunque su impronta sobre el continente parece haber sido mucho más débil que la de Reuters en los dominios británicos. Las principales complicaciones para el dominio de Havas sobre Latinoamérica provinieron de la barrera idiomática del francés en un continente hispanohablante y, sobre todo, de su falta de control sobre los medios de circulación de la información, lo que se tradujo en una conflictiva dependencia de las compañías británicas de cables submarinos.

    Ahora bien, más allá de ciertos señalamientos tangenciales, el lugar ocupado por los países latinoamericanos en el desarrollo de ese sistema global de medios, ha estado relativamente ausente en estas nuevas investigaciones. Aún resta por conocer con mayor profundidad cuáles fueron las repercusiones políticas, económicas, sociales y culturales de estas nuevas tecnologías de la comunicación al interior de los países del subcontinente. {{1}} En ese sentido, el presente dossier se compone de cinco artículos que dan cuenta de la lenta conformación de un campo de estudios sobre las diversas secuelas ocasionadas por el desarrollo de las comunicaciones telegráficas en América Latina.

    Los escritos aquí reunidos atienden prioritariamente a dos grandes zonas del impacto de la telegrafía en Argentina y México. Los primeros tres artículos del dossier analizan el papel de esas nuevas redes de comunicación por cable en el marco de la consolidación territorial de los Estados nacionales y del desarrollo de nuevas herramientas para el control y la administración de sus territorios. En ese sentido, esos artículos revelan que el desarrollo de la perspectiva global no ha implicado una desaparición de un marco de investigaciones más acotado a los espacios nacionales y, en especial, a los vínculos entre el desarrollo de la telegrafía y la construcción de un poder territorial en el marco de la modernización de los Estados latinoamericanos.

    [[1]] Ello puede constatarse en el escaso lugar otorgado a América Latina en las nuevas historias globales de la comunicación como, por ejemplo, Ken Beauchamp, History of Telegraphy , Londres, IET, Serie History of Tecnology N° 26, 2001; Anton Hurdeman, The Worldwide History of Telecommunications, New Jersey, John Wiley & Sons Publications, 2003 y Roland Wenzlhuemer, Connecting the Nineteenth Century World. The Telegraph and Globalization , Nueva York, Cambridge University Press, 2013. Algunas referencias más específicas pueden encontrarse en: Jorma Ahvenainen, The European Cable Companies in South America before de First World War , Helsinki, Finnish Academy of Sciences and Letters, 2004; “From the Gilded Age to the Progressive Era: the Struggle for Control in the Euro-American and South American Communication Market, 1870-1905”, en Dwayne R. Winseck y Robert M. Pike, Communication and Empire. Media, Markets and Globalization, 1860-1930 , Durham-Londres, Duke University Press, 2007, pp. 43-91 y Rhoda Desbordes-Vela, “L’information internationale en Amérique du Sud : les agences et les réseaux, circa 1874-1919”, Les Temps des médias , N° 20, 2013, pp. 125-138. [[1]]

    El trabajo de Ariel Sar analiza la introducción de las telecomunicaciones en el Río de la Plata durante la década de 1860. A pesar de que en los últimos años uno de los ejes del debate ha girado en torno a los vínculos entre la telegrafía y las formas de la dominación imperial, {{2}} en su artículo Sar sostiene que estas nuevas tecnologías fueron una estrategia central de la dominación imperial británica en la cuenca del Plata. Vinculadas inicialmente a diversas iniciativas de la vida civil, estas redes de comunicación adquirieron mayor importancia en el marco de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) y fueron cruciales para la expansión militar de la frontera agrícola y ganadera. Por ello, para el autor, las guerras de soberanía rioplatense y la competencia entre las potencias europeas impulsaron una revolución tecnológica en el campo de las comunicaciones en la cuenca del Plata. El artículo tiene además el mérito de comenzar a indagar una etapa previa a la presidencia de Domingo F. Sarmiento, considerada tradicionalmente como el punto de partida del desarrollo de la telegrafía en Argentina. {{3}} En el mismo sentido, el artículo de Héctor Mendoza Vargas indaga el pasaje de una red de telegrafía privada al servicio de particulares a la órbita pública y nacional en México durante el periodo de 1850 y 1910. A juicio del autor, dicha transformación reforzó la centralidad geográfica y política de la Ciudad de México y fue una herramienta clave en el proceso de modernización del Estado y la vigilancia del territorio nacional. El artículo también aporta algunas comparaciones interesantes sobre la dinámica del desarrollo de la telegrafía en México frente a otras experiencias como las de Argentina y Brasil.

    [[2]] Véase Winseck y Pike, Communication and Empire, op. cit., p. XVI y Dwayne Winseck, “Globalizing Telecommunications and Media History: Beyond Methodological Nationalism and the Struggle for Control Model of Communication History”, en Michaela Hampf y Simone Müller-Pohl (eds.), Global Communication Electric. Business, News and Politics in the World of Telegraphy, Berna, Lehams Media, pp. 35-62. Para una visión más tradicional sobre la comunicación como vía de la dominación extranjera cf: Eleazar Díaz Rangel, La información internacional en América latina, Caracas, Monte Ávila Editores, 1991. El otro gran tema que ha articulado los debates del campo es el de las disputas políticas y económicas en torno al control del sistema. [[2]]

    [[3]] Cf. Horacio C. Reggini, La obsesión del hilo. Sarmiento y las telecomunicaciones , Buenos Aires, Academia Nacional de Educación, 2011. [[3]]

    Cierra el primer bloque de este dossier, el artículo de Marina Rieznik sobre la incidencia de la velocidad telegráfica en el decreto del Poder Ejecutivo Nacional que estableció en 1894 la unificación horaria en todo el territorio argentino. Para la autora, el ajuste horario entre las diferentes provincias argentinas formaba parte de una trama más amplia ligada a los intentos de disciplinamiento social sobre el espacio nacional pero también a los aspectos técnicos y organizativos del proceso de construcción del Estado en la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX. Desde esa perspectiva y mediante una minuciosa reconstrucción del debate en torno a la unificación horaria — que apela a diversas fuentes como los informes técnicos del ejército, los debates en la prensa, el parlamento y los escritos publicados en la Revista Telegráfica —, este artículo aporta nuevos elementos para pensar la heterogeneidad de los procesos de formación del aparato estatal en Latinoamérica. Pero también puede ser leído como una historia del peso del telégrafo en la imaginación argentina de finales del siglo XIX.

    La segunda parte del dossier apunta a mostrar el impacto de estas nuevas tecnologías en el ámbito de la cultura y, en particular, en los modos en que la prensa y algunos intelectuales latinoamericanos se relacionaron con ese nuevo mundo del cable y el telégrafo. En ese sentido, el artículo de Wolfgang Schäffner puede ser considerado un puente entre ambos lotes ya que, sin perder de vista el desarrollo y la implementación de las modernas técnicas de comunicación por parte de los Estados nacionales del continente, analiza con detalle los proyectos y las reflexiones de Domingo F. Sarmiento sobre la importancia del ferrocarril y la telegrafía en la modernización del Estado argentino. Luego, reconstruye la historia de la expedición comandada por el ingeniero militar Cándido Mariano da Silva Rondon, que posibilitó la instalación de una línea telegráfica en el sertão brasileño conocida como la “línea Rondon”, la cual será recorrida veinte años más tarde, entre junio y diciembre de 1938, por un joven antropólogo francés llamado Claude Lévi-Strauss en su célebre expedición en busca de la tribu de los Nambiquara que quedaría plasmada en las páginas de su libro Tristes trópicos y en los registros cinematográficos realizados por su mujer, Dina Lévi-Strauss.

    Cierra el dossier un artículo de mi autoría que atiende a la influencia de la telegrafía en la prensa de Buenos Aires en un contexto muy específico: los inicios de la Gran Guerra. En ese marco, las desavenencias entre las compañías británicas de cables submarinos y la agencia Havas desaparecieron rápidamente y las noticias enviadas por cable se transformaron en un vector clave para el condicionamiento y la manipulación de la opinión pública local. El artículo analiza también los problemas ocasionados por la censura telegráfica y las diferentes reacciones de la prensa porteña ante esa “guerra comunicacional” librada a través del cable.

    Referencias bibliográficas:

    ]]>