prácticas políticas – historiapolitica.com https://historiapolitica.com El sitio web del Programa Interuniversitario de Historia Política Tue, 07 Apr 2015 17:18:32 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7 https://historiapolitica.com/wp-content/uploads/2014/08/cropped-logo1-32x32.png prácticas políticas – historiapolitica.com https://historiapolitica.com 32 32 Dossier: Peronismo y dictaduras. Lecturas desde Córdoba. https://historiapolitica.com/dossiers/peronismoydictadura/ https://historiapolitica.com/dossiers/peronismoydictadura/#respond Fri, 10 Feb 2012 14:16:57 +0000 http://historiapolitica.com/?page_id=1282 Peronismo y dictaduras. Lecturas desde Córdoba.
Coordinado por Martha Philp (CEA- UNC)

Los siete trabajos que integran este dossier fueron publicados en un volumen coordinado por César Tcach, titulado Córdoba bicentenaria: claves de su historia contemporánea , editado por el CEA y la editorial de la UNC en el año 2010. Como plantea el coordinador del texto: “el libro no se suma al coro de voces festivas que saturan el Bicentenario de la Revolución de Mayo. No añade más tinta al panegírico ni constituye un elogio de nuestra propia historia. Pensar Córdoba en el bicentenario es más bien una ocasión propicia para acercarnos al modo en que su identidad fue construida, formulada y reformulada por los distintos actores políticos y sociales. En otras palabras, supone afrontar los mitos y realidades que configuraron su identidad y la redefinieron a lo largo del siglo XX” (Tcach, César, 2010: 7).
Los textos proponen interpretaciones de la historia de Córdoba a lo largo del siglo XX, escenario del accionar de los distintos gobiernos peronistas y las dictaduras que comenzaron en 1966 y 1976, desde una clave de lectura centrada en la historia política concebida como historia de las relaciones de poder. Estas miradas de la historia cordobesa aspiran a problematizar una oposición tan instalada: historias locales/regionales e historia nacional y en su lugar proponen leer la historia argentina desde un lugar específico, Córdoba, lo que implica rescatar el aporte de otras fuentes/documentos: escritos, orales, audiovisuales.
El trabajo de César Tcach y Marta Philp, “Estado y Partido Peronista en Córdoba. Una interpretación” se centra en dos de los problemas claves del primer peronismo: la concentración geográfica de la autoridad en el poder central y la concentración funcional de la autoridad en el liderazgo de Perón, aspectos estrechamente relacionados con el tipo de prácticas clientelares que permeabilizaron las relaciones entre el Estado, la sociedad y la organización partidaria.
El texto de Emilse Pons, “El fracaso del proyecto autoritario en Córdoba y la eclosión de la movilización popular (1966-1973)” propone un análisis de la política provincial cordobesa entre 1966-1973 desde la perspectiva de las relaciones entre el gobierno y la oposición. Indaga en torno a la programación y el tendido de una red de medidas autoritarias y represivas en el orden provincial destinadas a eliminar el pluralismo político- ideológico y la movilización social; por otro lado, analiza la reacción de los distintos actores sociales, en especial las organizaciones gremiales, estudiantiles e incipientes agrupaciones políticas radicalizadas.
Leandro Inchauspe en su trabajo “La lógica de la guerra interna en las primeras etapas de la Revolución Argentina (1966-1970)” da cuenta de la etapa de génesis de la conformación de una cultura política caracterizada por el principio de la guerra interna y la negación del adversario, que supondrá el despliegue de estrategias políticas militarizadas y un gran incremento de la violencia política. Sostiene al respecto que las acciones y discursos desplegados desde el poder político cumplieron un papel fundamental en sentar las bases de esta modalidad de construcción política, abriendo la puerta a un proceso no lineal pero constante de incremento de la violencia, que llegará a su clímax con el Terrorismo de Estado de la segunda mitad de los setenta.
Alicia Servetto, en “Tensiones y contradicciones del tercer gobierno peronista en Córdoba (1973-1976)”, analiza como el retorno del peronismo implicó la apertura de un proceso complejo, marcado por aceleración del tiempo político y jaqueado por los conflictos, en muchos casos, como resultado del enfrentamiento intraperonista. La metáfora organicista, Córdoba como “un foco de infección”, utilizada por Perón con atenta y consciente recurrencia, funcionó como marco habilitador para eliminar el disenso, por intermedio de la fuerza, en una de las provincias más movilizadas y politizadas de la argentina setentista.
El trabajo de Marta Philp, “La democracia de los mejores, no de la demagogia”: el orden político durante el “Proceso de Reorganización Nacional”, propone revisar este período de la historia de Córdoba a partir de una mirada centrada en un problema clásico: el de la justificación del poder. Los militares que asumieron el gobierno en marzo de 1976, al tiempo que negaban la política existente hasta el momento de su intervención, utilizaban cada uno de los escenarios y fundamentalmente las conmemoraciones de las fechas patrias y los aniversarios de su llegada al poder para manifestar sus ideas sobre el futuro orden político que debería ser “la democracia de los mejores, no de la demagogia”.
María Clara Iribarne, en su texto “Empresarios en Córdoba y poder militar: Diálogos en la intimidad”, propone -a partir del análisis de los diálogos realizados entre el Gobernador Sigwald y distintos actores que expresaban, desde una posición privilegiada dentro del campo económico de la provincia, la mirada de los sectores dominantes de la sociedad cordobesa- enfocar el estudio en las intervenciones discursivas de estos actores, entendiendo que a través de ellas es posible comprender una parte de la trama de las complicidades de las que el régimen disponía y, más importante aún, la pervivencia de varios tópicos que se mantuvieron luego del desmoronamiento de la dictadura, tras la derrota de la guerra de Malvinas.
Gabriela Closa, en su trabajo “Las transformaciones en el peronismo de Córdoba”, analiza como la derrota electoral que sufrió el peronismo el 30 de octubre de 1983 dio inicio a una profunda crisis que involucró a la dirigencia y a las bases del partido y del movimiento, al tiempo que socavó los pilares sobre los que se habían sustentado durante muchos años la adhesión y la identificación de una parte mayoritaria de la sociedad argentina con esa ideología y práctica política. La autora se centra en dos momentos claves. El primero alude a la conformación de la corriente Renovadora, porque fue la llave que le permitió al peronismo recuperarse políticamente; el segundo se detiene en una de las primeras iniciativas de De la Sota en el gobierno: la aprobación de la ley de Nuevo Estado.

Textos

 

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Dossier. La “crisis peronista” del Partido Socialista https://historiapolitica.com/dossiers/peronismoysocialismo/ https://historiapolitica.com/dossiers/peronismoysocialismo/#respond Thu, 09 Feb 2012 21:14:45 +0000 http://historiapolitica.com/?page_id=1264 La “crisis peronista” del Partido Socialista.
Carlos Miguel Herrera

El conjunto de trabajos que presentamos aquí se propone examinar lo que podríamos llamar –parafraseando una obra francesa célebre– la “crisis peronista” del Partido Socialista. En verdad, los síntomas pueden hallarse algunos años antes de la llegada al poder del general Perón, aunque la crisis se torne más nítida después de 1946, y estalle con mayor vigor tras el derrocamiento del régimen justicialista. La referencia al peronismo, pues, no menta sólo un período cronológico encerrado entre dos fechas, sino más bien a ese complejo momento crítico que converge y se agudiza en y con esa experiencia, cifrando un antes y un después en la historia del Partido Socialista. En ese sentido, cabría tal vez distinguir tres niveles de la crisis del PS, que los diferentes textos que componen el dossier buscaran esclarecer.
El primero de ellos puede filiarse en los años treinta, cuando la muerte de Juan B. Justo, el omnisciente líder del partido, lleva al poder un nuevo equipo de dirección en torno a Nicolás Repetto, donde destaca un grupo de promisorios jóvenes –Juan Antonio Solari, Rómulo Bogliolo, y sobre todo Américo Ghioldi–, que la muerte o la vejez de los antiguos compagnons de Justo llevará paulatinamente a los primeros planos de la organización. La consolidación de este grupo a la cabeza del PS no se realiza sin fuertes tensiones, agudizadas en el contexto de la crisis europea y el ascenso del fascismo. De hecho, los cambios que se producen en el país luego de la interrupción del orden constitucional en 1930, serán aprehendidos al trasluz de este nuevo fenómeno. La victoria electoral de 1942 en la Capital Federal –ahora con la participación radical en los comicios– parecía cerrar ese proceso, pero la clave totalitaria se usará incluso para comprender las nuevas experiencias que conocerá el país en esa nueva década.
Un segundo momento, central, de la crisis se abre en 1946-1946, cuando aquella novedosa fuerza que se había estructurado desde el Estado comienza a hacer sentir sus efectos dentro del PS. No se trataba tan sólo de las persecuciones –bajo la forma de clausuras a su órgano partidario, o la detención y el hostigamiento de los militantes socialistas, que habían ya bajo el gobierno militar llevado a los principales líderes al autoexilio montevideano–, sino también de la fuerza de atracción que la acción del coronel Perón ejercía en una segunda línea de dirigentes socialistas, sobre todo ligados al movimiento obrero. De la denuncia a la usurpación de la obra legislativa del viejo partido se pasará pronto a la condena del “mal totalitario” que parecía instalarse en nuestras tierras tras ser derrotado en Europa. Con todo, la línea partidaria que termina de imponerse a finales de los años cuarenta, y que había llevado a formas inéditas de accionar socialista (como la abstención electoral), genera tensiones y críticas, que el Gobierno no se privará de alentar con sus poderosos medios.
El momento final se abre con la caída del general Perón, en septiembre de 1955. Si en los últimos tiempos del régimen peronista –que habían visto el incendio de la Casa del pueblo o la promoción de un Partido Socialista alternativo– la crisis interna parecía acallarse públicamente, las desavenencias se tornan ahora cada vez más abiertas, pese al entusiasmo y la confianza que mostraban los socialistas, y que había llevado, dicho sea de paso, a muchos de sus hombres a colaborar, en variados niveles, con los gobiernos surgidos con la llamada “Revolución Libertadora”. La lucha por la dirección de “La Vanguardia”, la elaboración de un programa para la Convención constituyente, la elección de sus candidatos a cargos representativos son algunos de los tensos episodios que desembocarán en la ruptura final de 1958 tras el malogrado Congreso de Rosario, del que surgirán dos partidos separados.
Nuestro dossier se compone de cuatro trabajos. Dos de sus artículos se concentran en las vivencias del socialismo bajo el peronismo, tanto en su accionar partidario como en lo referente a sus nebulosas, que se habían acrecentado al calor de la expulsión o la salida de sus afiliados.
Ricardo Martínez Mazzola estudia así la experiencia de Nuevas Bases, el periódico que termina convirtiéndose en el portavoz más duradero del Partido luego de la clausura de los talleres de La Vanguardia. Siendo la prensa un factor esencial del PS, no sólo como vehículo para la difusión de sus ideas, sino también en la distribución de poder interno, el estudio del periódico revela las líneas que van construyendo la oposición al peronismo, pero también las expresiones que alimentarán pronto las desavenencias internas.
Carlos Herrera se detiene en la crisis que se abre luego de las elecciones de febrero de 1946, agudizada a partir de 1948, para concentrarse en el intento más estable por configurar una nueva identidad partidaria que se mostrase más abierta al hecho peronista, el llamado Partido Socialista de la Revolución Nacional. La expulsión de Enrique Dickmann, en 1952, uno de los últimos miembros del equipo de Justo, había habilitado el proyecto de construcción de una nueva organización socialista que disputase su legitimidad al viejo PS, aunque pronto concitará otras miras.
Los otros trabajos exploran, respectivamente, lo que podría ser entendido de algún modo como las causas y los efectos de la crisis peronista del PS, el primer y el tercer nivel que hemos señalado.
Osvaldo Graciano sintetiza los debates que comienzan a atravesar al Partido a partir de los años treinta, adentrándose luego en los primeros momentos de la oposición al peronismo. Se observa allí, en particular, algunos de los intentos de reelaboración del viejo programa librecambista, la evolución del lugar de la dirigencia gremial en la organización, pero también las tensiones con el ala izquierda, para entrar finalmente en la oposición hacia el peronismo que se desarrolla a partir de 1946, y que no duda en juzgar su acción social demagógica o la política de nacionalizaciones desastrosa.
Silvana Ferreya, por su parte, analiza el período inmediatamente posterior a 1955, cuando el derrocamiento del general Perón deja al descubierto aquellas tensiones que la lucha contra el “totalitarismo” había cubierto de un manto unitario. Entramos aquí en el último nivel de la crisis, que no pocos observadores consideraran como definitiva. El trabajo propone observar sus vicisitudes en el interior del país, o más exactamente de la provincia de Buenos Aires, a partir de tres aglomeraciones, Lanús, Olavarría y el bastión socialista de Mar del Plata.

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