Religión – historiapolitica.com https://historiapolitica.com El sitio web del Programa Interuniversitario de Historia Política Thu, 30 Apr 2020 14:48:53 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://historiapolitica.com/wp-content/uploads/2014/08/cropped-logo1-32x32.png Religión – historiapolitica.com https://historiapolitica.com 32 32 Dossier. Protestantismo e inmigración en la Argentina, siglos XIX-XX https://historiapolitica.com/dossiers/protestantismo-e-inmigracion/ Sun, 25 Oct 2015 21:17:28 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3146 Protestantismo e inmigración en la Argentina, siglos XIX-XX

 

Paula Seiguer (CONICET-UBA)

 

En estos últimos años historiadores y cientistas sociales han comenzado a abordar la larga historia del protestantismo en la Argentina, largamente descuidada más allá de la obra pionera de María M. Bjerg. {{1}} Presentes desde 1810 en adelante, los protestantes constituyen un interesante objeto para quienes se preocupan por ejemplo por la historia de la secularización y la libertad de culto, {{2}} la del surgimiento de comunidades cristianas evangélicas entre los pueblos originarios del Chaco, {{3}} o por la historia de la inmigración. Los trabajos específicos comienzan a hacerse presentes en congresos, {{4}} compilaciones dedicadas al estudio de la religión, {{5}} y tesis de grado y posgrado.
[[1]] Bjerg, María, Entre Sofie y Tovelille. Una historia de los inmigrantes daneses en la Argentina (1848-1930) , Biblos, Buenos Aires, 2001. [[1]]
[[2]] Calvo, Nancy, “Lo sagrado y lo profano. Tolerancia religiosa y ciudadanía política en los orígenes de la república rioplatense”, en Andes. Antropología e Historia, 15, 2004, y “Los unos y los otros. Católicos, herejes, protestantes, extranjeros. Alcances de la tolerancia religiosa en el Río de la Plata durante las primeras décadas del siglo XIX”, en Anuario IEHS, 21, 2006. [[2]]
[[3]] Ceriani Cernadas, César, Nuestros hermanos lamanitas. Indios y fronteras en la imaginación mormona , Buenos Aires, Biblos, 2008; Wright, Pablo, Ser-en-el-sueño. Crónicas de historia y vida toba, Buenos Aires, Biblos, 2009. [[3]]
[[4]] Como el reciente 1° Encuentro de Investigadores del Protestantismo Histórico, que tuvo lugar en el Instituto Ravignani el 23 de abril de 2015. [[4]]
[[5]] Por ejemplo, aquellos donde aparecieron algunos de los artículos de este dossier: Rodríguez, Ana María (ed.), Estudios de historia religiosa argentina (siglos XIX y XX) , Rosario, Prohistoria-EdUNLPam, 2013; Flores, Fabián y Seiguer, Paula (comps.), Experiencias plurales de lo sagrado. La diversidad religiosa argentina en perspectiva interdisciplinaria, Buenos Aires, Imago Mundi, 2014.
[[5]]
La relación entre protestantismo e inmigración se revela a partir de estas nuevas investigaciones bastante más compleja de lo que se ha supuesto. Durante el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, comunidades inmigrantes organizaron sus iglesias en ámbitos rurales (estableciendo tanto colonias homogéneas en materia religiosa como asociaciones en ámbitos de poblamiento más dispar y/o menos concentrado) en todo el litoral atlántico, sin olvidar al Chubut, donde se instalaron los galeses desde 1865 y la comunidad boer a partir 1902; y a La Pampa, que recibió colonos valdenses desde 1901. También se organizaron muy tempranamente en zonas urbanas, particularmente en Buenos Aires, desde donde muchos pastores viajaron hacia el interior para servir a sus correligionarios, y donde florecieron algunas de las más grandes e influyentes de las iglesias del protestantismo histórico que buscaban construirse como refugios étnicos: presbiterianos desde 1829, luteranos desde 1843, anglicanos desde 1825. Pero además, se fundaron misiones que se ocuparon tanto de los indígenas del norte y sur argentinos, como de los inmigrantes recientes de orígenes muy variados que se hacinaban en los barrios de Buenos Aires, o Rosario, e incluso de renovar la vida religiosa de los colonos de aquellas fundaciones protestantes previas. Anglicanos, metodistas, bautistas, Discípulos de Cristo, menonitas, adventistas, pentecostales, fueron algunos de los que se dedicaron a hacer conversos entre poblaciones que en general no tenían al protestantismo como parte de su repertorio cultural previo.

A pesar de esta variedad de situaciones la bibliografía, haciéndose eco de una tradición que ha vinculado el catolicismo con la nacionalidad argentina, ha tendido tradicionalmente a sindicar a los protestantes y su religión como extranjeros. El desarrollo de nuevos estudios ha llevado a nuevas conceptualizaciones, en la medida en que la diversidad de los sentidos del ser protestante en la Argentina nos ofrece todo un abanico de formas de adaptación al nuevo horizonte de la sociedad receptora: desde una posición militante y pública de reforma social, combativamente inclusiva, hasta una postura de reclusión en ceremonias casi íntimas, y que más bien buscaba la exclusión de esa sociedad que los rodeaba. Sin embargo, una de las cosas más notables ha sido el espíritu de cooperación imperante entre las iglesias, que ante la situación minoritaria han tendido a relajar las fronteras teológicas y denominacionales para llegar a acuerdos en los que han compartido escuelas dominicales, templos, pastores volantes, escuelas, institutos de formación teológica, y publicaciones, y a través de los cuales se han repartido territorios de misión para no superponerse en sus esfuerzos.
Las formas de construir el territorio, de generar etnicidad y reconstruir horizontes nacionales, de definir el espacio propio a ocupar dentro de la Argentina, son constantes en los trabajos reunidos en este dossier, que abarca desde las primeras décadas del siglo XIX hasta el presente, y desde la Patagonia hasta el Chaco. Alina Silveira analiza la relación de la nacionalidad escocesa y la Iglesia Presbiteriana en la Buenos Aires del segundo cuarto del siglo XIX. Eric Morales Schmuker recorre la instalación de colonias y misiones protestantes en la Patagonia durante el siglo XIX y sus consecuencias para la región. Fabián Flores (CONICET-UNLu) analiza las nuevas producciones de espacialidad llevadas a cabo por la Iglesia Adventista del Séptimo Día entre los colonos alemanes de Puiggari, Entre Ríos a partir de los últimos años del siglo XIX. María Eugenia Arduino (UNLu-UBA) reconstruye los supuestos detrás de los esfuerzos de preservación cultural de las colonias boer en Chubut. Paula Seiguer trabaja sobre las formas en las que la Iglesia Anglicana asumió la misión de convertirse en un refugio de etnicidad en los inicios del siglo XX. Finalmente, Agustina Altman (FLACSO-CONICET) y Alejandro López (CONICET-UBA) presentan los dilemas enfrentados por los menonitas en su búsqueda de un adecuado espacio de misión entre 1917 y la década de 1950.

Referencia de los textos

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Dossier. Transformaciones religiosas en la construcción de las repúblicas hispanoamericanas, siglo XIX https://historiapolitica.com/dossiers/dossiersreligionsxix/ https://historiapolitica.com/dossiers/dossiersreligionsxix/#respond Sun, 15 Apr 2012 21:57:28 +0000 http://historiapolitica.com/?page_id=1335 Transformaciones religiosas en la construcción de las repúblicas hispanoamericanas, siglo XIX

 

Roberto Di Stefano (UBA – Conicet) e Ignacio Martínez (UNR – Conicet)

La instauración de gobiernos independientes en Hispanoamérica a lo largo del siglo XIX disparó una serie de interrogantes sobre el papel de la religión y de las instituciones eclesiásticas en el orden social. Esos interrogantes, si bien no siempre eran nuevos –algunos se habían planteado desde muy antiguo en la historia occidental–, demandaron en esa centuria respuestas perentorias que muchas veces comportaron cambios profundos. En todo caso, las transformaciones estuvieron acompañadas por una importante dosis de conflicto, agudizado por las contradicciones implícitas en los cambios proyectados. Por un lado, las nuevas concepciones sobre la participación política y las formas de gobierno abrevaron en esquemas de pensamiento forjados en gran parte en la fragua cristiana, y se implementaron a través de instituciones directa o indirectamente vinculadas con ella, pero buscaron al mismo tiempo ganar autonomía, en ciertos aspectos fundamentales, de la tradición religiosa. Por otro, el universo católico estaba viviendo un fuerte proceso de cambio que también involucraba tendencias contradictorias: sectores muy activos compuestos por eclesiásticos y seglares buscaron otorgar unidad doctrinaria e institucional a la Iglesia Católica, fortaleciendo la figura papal y negando a los poderes políticos capacidad de gobierno sobre las estructuras eclesiásticas, a la vez que exigían a los nuevos gobiernos una asistencia activa a la hora de costear los gastos del culto y conservar en los nacientes países el lugar preeminente que el catolicismo había ocupado en el siglos precedentes. Los artículos que se reúnen en este dossier dan cuenta de la estrecha relación entre cambio político y cambio religioso en Hispanoamérica. El texto de Ana Carolina Ibarra aborda un tema que desde el siglo XIX suscitó la atención de publicistas e historiadores: las razones que llevaron a una parte del clero novohispano a adherir a la insurgencia. Entre ellas se cuentan fundamentalmente dos: el malestar que provocaron ciertas medidas de la monarquía orientadas a acrecentar sus facultades en la administración de las rentas eclesiásticas –productos de las vacantes y diezmos– y en las causas judiciales que involucraban a eclesiásticos, recortando los alcances del fuero. Por otra parte, Ibarra muestra la influencia de la literatura galicana, febroniana, jansenista y richerista en el universo de ideas de los clérigos y religiosos insurgentes. En los textos de Connaughton, Lida y Martínez se plantea el vínculo entre advenimiento de la soberanía popular, tendencias autonómicas y sistemas federales y confederales de gobierno, introduciendo en diferentes registros la variable religiosa. El de Connaughton trata este tema en México, donde en la década de 1820 los debates eclesiológicos que opusieron a episcopalistas y curialistas se entrelazaron con los que hacían a la naturaleza del patronato –como concesión pontificia o como derecho inherente a la soberanía– y con las controversias entre centralistas y federalistas. El trabajo, además, analiza pormenorizadamente las tratativas de los gobiernos mexicanos de la época con la Santa Sede para normalizar de alguna manera la vida eclesiástica, llevadas adelante por agentes diplomáticos imbuidos de muy diferentes –por momentos contrastantes– concepciones religiosas. Con una perspectiva similar, Miranda Lida llama la atención sobre la forma en que la idea de soberanía popular nutrió o fortaleció en el Río de la Plata las tendencias episcopalistas, dando cuenta a la vez del problema concreto de un desmembramiento jurisdiccional eclesiástico agravado por dos circunstancias: la inexistencia de una arquidiócesis que agrupara a los obispados del territorio y las consecuencias que para las Iglesias tuvieron los intentos de implementar un modelo confederacionista (no federal, como en el caso de México). La disolución del Directorio en 1820 y la formación de estados provinciales con pretensiones soberanas pusieron sobre el tapete el problema del ejercicio por parte de los gobiernos del derecho de patronato, que en el Río de la Plata hubo bastante consenso en considerar atributo inherente a la soberanía. Lida presenta tres salidas posibles al problema: la reforma de corte galicano en el marco de cada uno de los estados provinciales, la conservación de las antiguas estructuras diocesanas con el argumento de que sólo con la intervención de la Santa Sede podían modificarse sus fronteras y el intento de construir una nueva estructura diocesana a nivel hispanoamericano, replicando en el plano eclesiástico el proyecto panamericano de Bolívar. El artículo de Ignacio Martínez presenta afinidades con el de Lida, a la vez que diverge en algunas hipótesis. Su propósito es mostrar que la figura papal ingresó al territorio hoy argentino, en tanto que autoridad eclesiástica efectiva, como resultado de la disolución jurisdiccional provocada por la crisis de la monarquía y de la búsqueda de los estados provinciales que se formaron en 1820 de afirmar su soberanía frente a las provincias vecinas. La llegada de emisarios pontificios a América y la desaparición de una autoridad patronal supraprovincial favorecieron el contacto directo con Roma de los gobiernos provinciales, animados por la necesidad de contar con autoridades diocesanas que permitieran la autonomía de sus jurisdicciones también en el plano religioso. Más allá de las intenciones de las autoridades provinciales, esas tratativas habrían debilitado el esquema patronal y permitido a Roma una intervención más directa en la vida de las Iglesias locales. También en este aspecto, la comparación con el caso mexicano planteado por Connaughton resulta interesante. El problema religioso no quedó restringido al plano jurisdiccional. Estuvo presente en los nuevos espacios abiertos por el advenimiento de la política tras la revolución. El artículo de Nancy Calvo muestra cómo el debate religioso fue un ingrediente central en el desarrollo de una esfera pública en el Río de la Plata y de qué forma, al mismo tiempo, las lógicas propias de la política influyeron en los modos de pensar lo religioso. El foco en este trabajo está puesto en las condiciones materiales del debate que tuvo lugar en la prensa periódica. El artículo de Roberto Di Stefano aborda la emergencia de discursos anticlericales en el Río de la Plata, en el marco de los cambios políticos y culturales que puso en marcha la revolución. Su estudio del teatro anticlerical en Buenos Aires durante las décadas de 1810 y 1820 complementa el panorama ofrecido por Calvo de un espacio público emergente y en ebullición. La formación de ese espacio y la necesidad del poder insurrecto de acudir al teatro como forma de propaganda habrían permitido la manifestación de un anticlericalismo latente durante el período colonial; el lenguaje del teatro era capaz, además, de extender el cuestionamiento ilustrado de ciertos rasgos de la religión heredada más allá de los contornos sociales y culturales de los círculos letrados. También demuestra este trabajo que el anticlericalismo difícilmente puede ser considerado como un pensamiento despojado de todo contenido religioso; más bien por el contrario, puede pensarse como una expresión más de esa compleja adaptación de la religión al nuevo contexto que plantea el fin de un régimen de unanimidad religiosa, el incipiente surgimiento de la libertad de conciencia y la pluralidad de cultos, la diferenciación de espacios, instituciones y funciones que supone la secularización. Sol Serrano rastrea las transformaciones que sufrieron las órdenes contemplativas femeninas en Chile entre el período borbónico y la construcción de la república, para demostrar cómo la secularización, entendida como redefinición de roles y funciones, suprimió una forma de ser mujer (como esposa de Cristo y mujer consagrada a la oración) para privilegiar la figura materna, secular y –volviendo a las nuevas formas de la política– doméstica, es decir, sustraída del nuevo espacio público. Esa metamorfosis conllevó además la desarticulación del funcionamiento corporativo de los conventos; los vínculos horizontales que regulaban el funcionamiento de las enclaustradas fueron reemplazados por una lógica vertical de concentración del poder, en la superiora en un primer nivel y en el obispo en un nivel superior. En la pasaje de “esposas místicas a madres sociales”, de una economía espiritual a otra de servicios, de una “institución corporativa a una institución jerárquica”, confluyeron la acción de las autoridades republicanas y la de las diocesanas. En el trasfondo de las reformas, la variable política fue fundamental. Al reunir estos artículos quisimos dar cuenta de la diversidad de planos donde las nuevas formas de la política interactuaron con la religión en la Hispanoamérica decimonónica. También deseamos mostrar las muchas salidas posibles que se buscaron a problemas similares en diferentes latitudes. Por no poner más que un ejemplo, en el registro jurisdiccional el caso de México fue diferente al de Argentina en varios aspectos fundamentales: la estructura diocesana novohispana había logrado desde el siglo XVIII un grado de centralización mayor que la rioplatense, que no contaba en su territorio con una sede metropolitana. La Iglesia mexicana había elaborado ya en época colonial, en respuesta a las medidas de la Corona a que hemos hecho referencia más arriba, una conciencia de sí que las Iglesias rioplatenses, que no vivieron la misma experiencia, sólo adquirieron en el marco de la construcción de un estado y de una Iglesia nacionales. La expresión singular “Iglesia mexicana” no posee un equivalente en el Río de la Plata, donde la locución plural “Iglesias argentinas” se conservó hasta la segunda mitad del siglo XIX. Además, de nuevo a diferencia del caso rioplatense, el federalismo azteca se asoció a las fuerzas más renovadoras de la política revolucionaria, mientras que en el Río de la Plata quienes se propusieron reformas más radicales optaron por la propuesta centralista. Los trabajos reunidos en el dossier muestran que los problemas religiosos que se plantearon a las repúblicas hispanoamericanas fueron a veces análogos y a veces similares, cuando no idénticos. Muestran, además, sin embargo, que las respuestas que se ensayaron variaron considerablemente de un país a otro, de acuerdo a una serie de factores que estamos lejos de conocer satisfactoriamente. El ejercicio de comparación se impone, en este terreno de estudios como en otros, como un imperativo insoslayable. Es a esa tarea comparativa que hemos deseado contribuir al reunir y poner al alcance del lector estos artículos.

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