Digitales. Moira Cristiá

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Nuevo Mundo Mundos Nuevos

El historiador en la era digital. Un nuevo mundo para su obra

Moira Cristiá – Redactora de Nuevo Mundo Mundos Nuevos

Hace no tanto tiempo nuestra profesión todavía vestía los ropajes de la tradición. La cotidianeidad del historiador se veía plagada de fichas, elemento característico de ese universo que hoy se encuentra aparentemente en vías de extinción. Papeles garabateados y fotocopias de documentos comenzaron a ceder su lugar a archivos de texto, fotografías digitales y cd-roms. Su obra, asimismo, sufrió una mutación hacia lo “invisible”, hacia una inmaterialidad que en realidad lo vuelve enormemente más “visible” o, mejor dicho, potencialmente más “leíble”. Esa presencia inmaterial, casi fantasmagórica, puede asustar, perder a los sujetos en la inmensidad, e incluso desorientarlos en su búsqueda. Sin embargo, las nuevas tecnologías también dieron nacimiento a nuevas lógicas de trabajo, ofreciendo facilidades al profesional de la Historia así como mejorando su productividad.
Entre los proyectos que reunieron a especialistas de las Humanidades en torno a la nueva herramienta tecnológica que representa Internet, se encuentra la publicación virtual Nuevo Mundo Mundos Nuevos. La misma existe solamente en versión digital, contrariamente a numerosas revistas que se adaptaron a este medio conservando su edición papel En muchos casos, las revistas originalmente en papel han desarrollado una barrera móvil para la publicación en línea con el fin de conservar el privilegio de la novedad a la primera. Este procedimiento hace retardar la difusión ampliada del material, en detrimento del investigador/productor de conocimiento.. Creada directamente bajo esta forma en el seno de l’Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales en el año 2001, la misma se plantea como una revista de Historia y Antropología especializada en Iberoamérica y el Mediterráneo occidental. Su campo temporal abarca la época moderna y contemporánea (siglo XVI-XXI), privilegiando una serie de ejes (intercambios y confrontación entre regiones del área mencionada, producción y recomposición de identidades), aunque permanece abierta a propuestas en una convocatoria siempre vigente. En efecto, el concepto de “revista evolutiva”, revela que esta apunta a explotar al máximo el trabajo en red, el cual permite la circulación inmediata y efectiva de conocimiento. Es por ello que a pesar de organizarse en números anuales se realizan actualizaciones mensuales, resultando en el crecimiento orgánico de cada número con el transcurso de los meses. Es decir que los lectores son invitados a reaccionar a los artículos y elaborar sus propios textos, con el fin de agregar una línea a un debate abierto.
En lo que respecta a su contenido, ella cuenta con una variedad de secciones que admiten la expresión en cualquiera de los idiomas principales de estas áreas geográficas (español, francés, portugués o italiano, e incluso el inglés en tanto lengua principal de uso internacional). Otra característica particular de esta revista es su condición de gratuidad y apertura, sin códigos de acceso que “eliticen” la información (al reservarla a los investigadores de universidades con recursos suficientes para adquirirlos). Por su parte, los dossiers propuestos y coordinados desde allí mismo, funcionan como espacio de encuentro y de diálogo entre especialistas geográficamente distantes, erigiendo un aporte colectivo. Las cuestiones del tiempo presente poseen reservado un espacio donde los intelectuales expresan hipótesis frente a los fenómenos “muy contemporáneos”. Sumado a esto, las bibliografías temáticas realizadas por especialistas, así como las reseñas de libros recientemente publicados colaboran, asimismo, a mantener al día los estados de la cuestión sobre determinadas problemáticas. Además, se incluye un apartado para comentar sitios digitales de interés para el historiador, se realizan ensayos críticos sobre materiales audiovisuales, se publican ponencias, materiales de seminarios, artículos de los investigadores del CERMA (Centre de recherches sur les mondes américains) Centro de investigaciones sobre los mundos americanos., extractos de tesis, exposiciones virtuales, “carnets de voyage” sobre experiencias de trabajo de campo, entrevistas con figuras notorias del americanismo, e incluso guías y consejos para quien realiza una investigación en ciertas ciudades lejanas. Finalmente, la revista también brinda enlaces digitales de interés, contribuyendo a la difusión de información desde otras plataformas.
De manera que podemos considerar Nuevo Mundo Mundos Nuevos como fruto de una novedosa cultura del trabajo investigativo, de intercambio recurrente y conexión estrecha entre científicos. Sus prácticas se han visto modificadas intensamente a partir de estas nuevas tecnologías, agilizando muchas tareas antaño laboriosas Por ejemplo, la existencia de plataformas de consulta que reúnen varios proyectos editoriales, amplia enormemente la dimensión de la difusión, facilitando el acceso a la información en menor tiempo con búsquedas por palabras clave o proponiendo artículos relacionados al de interés.. Así, la red no sólo funciona para la circulación de bibliografía, ni para el intercambio constante entre profesionales alejados, sino también como un archivo histórico de nuevo tipo. De la misma manera que los archivos físicos y bibliotecas dan lugar a catálogos en línea, también ponen a disposición ciertos materiales que pueden descargarse, como documentos visuales o libros antiguos. A su vez, existen numerosas bibliotecas virtuales, sistemas de rastreo de libros de difícil consulta, librerías en línea, centros de recopilación de tesis, blogs o foros de discusiones particulares Es necesario aclarar la diferencia de naturaleza entre una revista digital y un blog. La primera respeta las formas de la publicación académica, mientras que el segundo posee un carácter más informal, reactivo y espontáneo, en el que pueden publicar sólo sus miembros., etc.
No obstante, la era digital también presenta inconvenientes, entre los que podemos resaltar el temor a la desaparición del libro y la fragilidad de la información en línea –su perennidad y citabilidad. En cuanto al primer punto, puede comprobarse que el avance del material digital no remplaza al libro tradicional, sino que incluso puede servir para su conocimiento y difusión. En lo que respecta al segundo problema, existen una serie de mecanismos cada vez más desarrollados para asegurar su buen funcionamiento (como el almacenamiento simultáneo en diferentes espacios y los procedimientos altamente regulados), reflejándose en la institución del tratamiento de este nuevo soporte con la misma seriedad que los ancestrales. Finalmente, podría plantearse la distancia generacional para habituarse a estas prácticas. Mientras que los investigadores consagrados tienden a sufrir una resistencia a estos cambios, las nuevas generaciones se acercan naturalmente. Para estos últimos las nuevas tecnologías, y en particular Internet, son parte estructurante de la profesión elegida como de los tiempos que corren.

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