Dossier. Variaciones de lo político en el arte argentino entre 1990 y la crisis del 2001 (La Plata y CABA)

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ISSN sección Dossier 2618-415x

Verónica Capasso. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) – Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

El presente dossier reúne siete trabajos (cuatro artículos, un capítulo de libro y otro de tesis doctoral, una introducción a un catálogo de muestra de arte) que abordan diferentes aristas de lo político en el arte entre comienzos de la década de los 90 y el umbral de la crisis del 2001 en Argentina, periodo signado por la consolidación de un orden neoliberal y por profundas transformaciones sociales, económicas y culturales acaecidas tras la dictadura militar (1976-1983). Específicamente, el recorte espacial propuesto refiere a la ciudad de La Plata y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Esta focalización no implica en modo alguno una negación o subestimación de la relevancia de los vínculos entre arte y política en otras regiones del país durante el periodo reseñado. Más bien, la selección de las dos ciudades responde a varias cuestiones. En primer lugar, históricamente, ambas han sido centros neurálgicos de producción cultural, artística y política en la Argentina. Asimismo, la elección constituye una estrategia de acotamiento necesaria para profundizar en ciertos casos de estudio que permitan iluminar debates más amplios. Por último, el dossier busca aportar una perspectiva situada que, si bien centrada en La Plata y CABA, tiene como fin promover diálogos y comparaciones con otras realidades y así futuras investigaciones que amplíen el enfoque hacia otras geografías del país.


Los años noventa en Argentina, atravesados por el menemismo y el neoliberalismo, reaparecen en estos tiempos en que se despliega una ofensiva dirigida, entre otros, al ámbito artístico y a las instituciones que lo sostienen y promueven. En este contexto, el presente dossier se propone echar luz sobre las manifestaciones y también tensiones y debates que marcaron la década del 90 en torno al vínculo entre arte y política, con el objetivo de comprender sus variaciones, fluctuaciones y derivas. Al revisar críticamente aquel periodo (atravesado por la reforma del Estado y las privatizaciones de empresas estatales, la concentración de la riqueza, la creciente precariedad y exclusión social de vastos sectores sociales, la reconversión del aparato productivo nacional, entre otros múltiples reenvíos a la actualidad), se busca tejer un puente con el presente, no solo para identificar continuidades y rupturas, sino también para aportar herramientas que permitan pensar los desafíos actuales. Por último, si bien a simple vista pueda parecer que prevaleció la despolitización y el corrimiento de un compromiso político explicito, lo cierto es que muchas prácticas estético-artísticas fueron críticas con nuevos lenguajes, formas y temas: a partir del uso de materiales precarios o desde la apelación a la gráfica, de intervenciones en el espacio público, de referencia a temáticas de memoria (trabajos sobre los y las desaparecidos/as), identidad y sexualidad (de resistencia desde lo íntimo/personal), entre otros.


El dossier inicia con el texto de Rodrigo Alonso, publicado en el Catálogo de la muestra Ansia y devoción: imágenes del presente de la Fundación PROA. Aquí, el autor plantea los cambios en las formas de hacer y pensar el arte de los 90´ argentinos en un contexto signado por la expansión del neoliberalismo, brindando algunos elementos claves del debate sobre la práctica artística y su relación con el entorno sociocultural y político. De esta forma, la muestra Ansia y Devoción buscó evidenciar la constante preocupación de los/as artistas por el entorno en el que viven y trascender categorizaciones generacionales y estereotipos estéticos del momento, nominaciones como “arte político”, “nuevas tendencias”, “artistas políticos”. La muestra, que reunió artistas de diferentes generaciones, reconocidos/as o no, constó de dos núcleos temáticos: obras que abordaron las transformaciones socioculturales en el país y sus consecuencias y obras sobre los mitos populares, imágenes religiosas y formas de la pasión colectiva. Propuestas que apuntaron a reflexionar sobre la realidad argentina, a trascender limitaciones temporales, disciplinarias o estéticas y recurrir a la historia, los mitos y la memoria colectiva.


Desde otra óptica, poniendo el foco en definiciones de lo político-crítico en el arte, el capítulo de libro de Sara Migoya y Paola Sabrina Belén nos invita a pensar la dimensión política del arte de aquellos años en tanto que, en lugar de seguir los modelos clásicos del arte de denuncia explícito o contestatario, muchos artistas incorporaron lo cotidiano, lo íntimo, el lenguaje de la cultura popular y la precariedad material como formas de intervención crítica. Migoya y Belén discuten cómo estas prácticas fueron leídas, en su momento, como frívolas o despolitizadas, pero argumentan que, al contrario, propusieron un cambio en las coordenadas de lo político-crítico en el arte a partir denuevas formas de figuración, lógicas micropolíticas y afectivas y estéticas del goce y la belleza.


Con esta caracterización y los debates suscitados al respecto, el artículo de María de los Ángeles De Rueda recupera al Grupo Escombros, que, en La Plata, realizó diferentes proyectos de arte colaborativo durante los años 90, desde una poética atravesada por el neoliberalismo y sus visibles consecuencias. En su texto, la autora propone una semblanza sobre el archivo del colectivo, pionero en el ámbito local, mencionando algunos de sus señalamientos. En ellos se conjugaron acciones en el espacio público, múltiples dispositivos artísticos y micropolíticas vinculadas a la ruina, la pobreza y aspectos relacionados al ambiente (siendo precursores en este tema), con el fin de crear nuevos lazos entre lo artístico y lo no artístico.


Asimismo, la politicidad del arte en La Plata también tuvo lugar en las prácticas gráficas. Alicia Valente analiza, en un capítulo de su reciente tesis doctoral, las publicaciones periódicas editadas por el colectivo La Grieta entre 1993 y 2006: la revista homónima, La Grieta (1993-2004) y el periódico mural y folleto La Náusea (1997-2006). En tanto artefactos gráficos, se consideran sus características físicas y materiales, su carácter de espacio colectivo de discusión, las redes que establecieron y su vinculación con la coyuntura y territorio particulares. La primera “fue el primer dispositivo con el cual se propusieron pensar e intervenir una década y una ciudad que percibían anestesiada”, mientras que la segunda “nombra el hartazgo, el sentimiento de derrota política generalizado en la década del `90” pero también sus motivaciones.


Por otra parte, durante la década de los 90 se sucedieron diferentes reflexiones acerca del arte y la representación del pasado reciente (la dictadura cívico-militar de 1976). En ese sentido, en el trabajo en coautoría con Melina Jean Jean abordamos los primeros monumentos, memoriales y actos públicos de homenaje realizados en la Universidad Nacional de La Plata para recordar a sus desaparecidos y desaparecidas. Estas iniciativas surgieron en un contexto en el que aún no existían políticas públicas de memoria como las que se consolidarían a partir del cambio de siglo. Se trató de conmemoraciones impulsadas en torno al vigésimo aniversario del golpe de Estado, experiencias pioneras en las que arte, política y memoria comenzaron a entrelazarse de manera significativa en el espacio universitario, marcando un punto de partida en la construcción de narrativas y rituales de conmemoración.


Situándonos en los análisis de casos específicos de CABA, el artículo de Francisco Lemus recupera las relaciones estéticas y micropolíticas que presenta la emergencia del VIH/sida a partir de indagar en diferentes discursos y obras de arte. Según el autor, entre los primeros años de la vuelta de la democracia y el transcurso de la década del 90, la irrupción del VIH transformó las relaciones sociales y también el ámbito artístico. El artículo busca mostrar el anudamiento entre la política, la amistad y el sentimiento de un grupo reducido de personas cuya subjetividad se proyectó en los temas, las operaciones y los materiales de las obras y donde “lo personal adquirió una jerarquía inédita en la representación”.


Por último, Guadalupe Lucero examina las tensiones estético-políticas presentes en dos casos emblemáticos del arte argentino entre los 90 y la crisis del 2001: artistas nucleados en la galería del Centro Cultural Ricardo Rojas y la galería Belleza y Felicidad. La autora propone reinterpretar estas prácticas a través del debate filosófico contemporáneo sobre la noción de comunidad, sugiriendo que estas expresiones artísticas, lejos de ser apolíticas, articularon nuevas formas de comunidad y belleza que desafiaron las categorías tradicionales del arte comprometido. Este análisis invita a reconsiderar el papel del arte en la construcción de lo común y a reconocer la potencia política que puede residir en estéticas aparentemente lights o definidas desde lo trash,cursi o marginal.


En suma, los trabajos aquí reunidos ofrecen una mirada crítica y enriquecedora sobre algunas de las prácticas estético-artísticas argentinas en el período señalado y exploran diferentes articulaciones posibles entre arte, política, memoria, comunidad y subjetividad. Pero sobre todo proponen formas de habitar y construir lo común, dimensión que en la Argentina contemporánea es urgente volver a imaginar y recrear.

Textos seleccionados para el dossier: