Revistas y libros de la nueva izquierda intelectual
El presente dossier reúne siete artículos que estudian revistas político-culturales impulsadas por grupos de la nueva izquierda argentina y aparecidas en el periodo abierto entre el derrocamiento del primer peronismo y el último golpe militar. Tres rasgos comunes caracterizan a los estudios aquí compilados. En primer lugar, abordan las revistas y las editoriales como el espacio de reunión y canal de expresión de agrupamientos culturales alineados con el marxismo. En segundo lugar, se ocupan del modo elegido por esos agrupamientos para intervenir en las cambiantes coyunturas políticas. Finalmente, analizan las reformulaciones ideológicas de lo que podría entenderse como un “recomienzo de la hipótesis marxista” orientado a dejar atrás las tradiciones intelectuales construidas por el Partido Socialista y el Comunista. {{1}}
[[1]] Los dos primeros rasgos comunes coinciden con las orientaciones metodológicas formuladas en Sarlo, Beatriz (1993). Intelectuales y revistas. Razones de una práctica. Amèrica. Cahiers du CRICCAL, IV-V, pp. 9-16 y en Pluet-Despatin, Jacqueline (1992). Une contribution à l’histoire des intellectuels: les revues. Les Cahiers de L’ IHTP, 20, pp. 125-136 (traducción inédita al español de Horacio Tarcus). Por otra parte, más allá de las tesis específicas, los artículos reconocen la importancia de las revistas en el debate intelectual de los sesenta señalado en Terán, Oscar (2013) Nuestros años sesenta. La formación de la nueva izquierda intelectual argentina. Buenos Aires: Siglo XXI. Afortunadamente, contamos con la abarcativa guía hemerográfica de Lafleur, Héctor R., Provenzano Sergio D. y Alonso, Fernando P. (2006). Las revistas literarias argentinas (1893-1967). Buenos Aires: El 8vo. Loco. Asimismo, pueden encontrarse importantes análisis de revistas latinoamericanas en Sosnovsky, Saul (Ed.) (1999) La cultura de un siglo. América Latina en sus revistas. Buenos Aires: Alianza. A esto se suma el trabajo de accesibilidad y visibilización de las revistas que realiza desde hace dos décadas el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI) a través de la edición digital de colecciones completas de importantes revistas de las izquierdas -una iniciativa que comenzó con la edición de Contorno, Pasado y Presente y Cristianismo y Revolución-. Asimismo, en los últimos años la Biblioteca Nacional publicó en edición facsímil varias revistas político-culturales argentinas significativas (Contorno, Pasado y Presente, Los Libros, La rosa blindada, Literal, Dimensión, Envido y Fichas de investigación Económica y Social). Ambas iniciativas editoriales se complementaron con la organización de seminarios, jornadas y proyectos de investigación orientados a mostrar que las revistas, además de haber sido fundamentales para la constitución de un campo literario, formaron un espacio privilegiado de intervención político-cultural que debe ser pensado en vinculación con la historia del libro y de la edición. [[1]]
Ante la crisis y caída del peronismo surgen diversos agrupamientos culturales que propician la discusión y renovación del marxismo. Además de la mítica revista porteña Contorno (1953-1959), se consolida entonces el grupo de la izquierda nacional de origen trotskista. Según nos muestra Martín Ribadero en “Política editorial, proyecto intelectual y literatura de izquierda: notas sobre el caso de la editorial Indoamérica (1949-1955)”, ese grupo liderado por Jorge Abelardo Ramos ocupa un lugar destacado en la renovación de las ideas de las izquierdas. Ello es porque su intensa actividad editorial logra construir una de las bibliotecas latinoamericanistas, nacionalistas y revolucionarias de la década del sesenta.
El comienzo de esa década está marcado por la persistencia del peronismo y las noticias de la revolución cubana, dos fenómenos que proponían significativos desafíos a los intelectuales marxistas interesados en la renovación de la cultura de izquierdas.{{2}} En “CHE. Una revista de la nueva izquierda 1960-1961”, María Cristina Tortti ofrece un estudio de la primera publicación masiva que apoya la revolución cubana. Allí se detiene en el grupo editor, el ala izquierda del socialismo que decidió oponerse al desarrollismo frondizista, identificarse con el castrismo y promover la unidad con la clase obrera peronista. Por su parte, Adriana Petra en “En la zona de contacto: Pasado y Presente y la formación de un grupo cultural” se detiene en los primeros años de la revista cordobesa para analizar los problemas que generó al interior del comunismo argentino la conformación de un grupo de jóvenes comunistas que promovían claves gramscianas y se legitimaban desde la condición de intelectuales portadores de nuevos saberes. Otra revista que fue parte de la radicalización en las “culturas interiores” es Dimensión, estudiada por Ana Belén Trucco en “Dimensión, una revista de cultura y crítica. Santiago del Estero 1956-1962”.{{3}} La publicación y específicamente el protagonismo de Francisco René Santucho muestran que la clave indoamericanista logró operar en la cultura de izquierdas norteña, al punto que atrajo a nuevos grupos estudiantiles que poco después integraron el principal afluente de la guerrilla guevarista argentina, aunque ese no fuera el único camino propiciado en la página norteña.
[[2]] Terán, Oscar op. Cit.; Sigal, Silvia (1991). Intelectuales y poder en la década del sesenta. Buenos Aires: Puntosur y Tortti, María Cristina (1999). Protesta social y nueva izquierda en la Argentina del Gran Acuerdo Nacional. En Alfredo Pucciarelli (Ed.), La primacía de la política. Lanusse, Perón y la nueva izquierda en tiempos del GAN (pp. 205-234), Buenos Aires: Eudeba. [[2]]
[[3]] El concepto de “culturas interiores” fue acuñado por Ana Clarisa Agüero y Diego García para, en primer lugar, evitar las distorsiones producidas por el empleo de aproximaciones dicotómicas (como tradición/modernidad) portadoras de importantes cargas valorativas. En segundo lugar, para redefinir los alcances de las autonomías intelectuales en una desigual geografía cultural, con sus centros y periferias. En tercer lugar, la perspectiva de Agüero y García permitiría reponer los “contextos pertinentes” para la restitución de las tramas intelectuales activas cuyas huellas “habitan hasta el más pobre y aislado documento”. Por último, con este enfoque se puede estudiar la relación de la diferenciación social y cultural con los ritmos específicos de cada zona, especialmente de aquellas que cuentan con largas prehistorias locales. Ver Agüero, Ana Clarisa y García, Diego (2010). Culturas Interiores. Córdoba en la geografía nacional e internacional de la cultura (pp. 15-28). La Plata: Al Margen. [[3]]
Si las iniciativas estudiadas por los cuatro artículos se inscriben en la nueva izquierda, es porque sus agrupamientos intelectuales se distanciaron de las formas de intervención cultural y política del Partido Socialista y el Comunista para impulsar una clave revolucionaria. Sea desde la izquierda nacional, el castrismo, el gramscismo o el indoamericanismo, en los cuatro casos el legado liberal de la “vieja” izquierda es reemplazado por la preocupación por la cuestión nacional, la lucha antimperialista y los modos del compromiso intelectual que propician las novedades teóricas del marxismo europeo y, en otros, el compromiso del intelectual con las culturas originarias americanas.{{4}}
[[4]] Sin agotar las referencias, otros estudios sobre revistas de la nueva izquierda se encuentran en Rodríguez Mazzola, Ricardo y Montaña, Jimena (2014). Dossier: 50 años de Pasado y Presente. Historia, perspectiva y legados. Prismas. Revista de historia intelectual, 18, pp. 177-242; Gómez, César (2013/14). La cultura como incitación. Apuntes sobre la revista, el grupo y la librería Dimensión. Políticas de la Memoria, 14, pp. 118-123; Idez, Ariel (2010). Literal. La vanguardia intrigante. Buenos Aires: Prometeo; Sondereguer, María (2008). La revista Crisis 1973-1976. Antología. Del intelectual comprometido al intelectual revolucionario. Bernal: UnQui; Calabrese, Elisa (2006). Insectos letrados: El grillo de papel y El escarabajo de oro, o literatura y compromiso. En Biagini, Hugo y Roig, Andrés (Dirs.) El pensamiento alternativo en la Argentina del siglo XX. Obrerismo, vanguardia, justicia social (1930-1960) (pp. 595-604), Buenos Aires: Biblos; de Diego, José Luis (2003). ¿Quién de nosotros escribirá el Facundo? Intelectuales y escritores en Argentina (1970-1983), La Plata: Al Margen; Cernadas, Jorge (2001). Contorno en su contorno, estudio preliminar a Contorno, edición digital. Buenos Aires: CeDInCI; Kohan, Nestor (1999) La rosa blindada. Una pasión de los sesenta. Buenos Aires: La rosa blindada; Tarcus, Horacio (1998). El marxismo olvidado. Silvio Frondizi y Milcíades Peña. Buenos Aires: El cielo por asalto y Croce, Marcela (1996). Contorno. Izquierda y Proyecto Cultural. Buenos Aires: Colihue. [[4]]
Hacia fines de la década del sesenta, aparecen nuevas revistas político-culturales que introducen otras claves interpretativas. Junto a la difusión del marxismo estructuralista y de la nueva crítica literaria, es el momento del pensamiento católico radicalizado, del maoísmo y del peronismo revolucionario, desde los que se delineará el “intelectual revolucionario” y diversos modos de primacía de la política sobre la cultura. En “Politización de las ciencias sociales en la Argentina. Incidencia de la revista Antropología 3er. Mundo 1968-1973”, Ana Barletta y Laura Lenci estudian una revista emblemática de los universitarios peronistas que, en disputa con la sociología desarrollista, construyen una ciencia tercermundista y protagonizan la experiencia de las “cátedras nacionales” de la Universidad de Buenos Aires. Otro grupo peronista revolucionario es estudiado por Adrián Celentano en contraste con la revista de inspiración marxista y estructuralista Los Libros. Interesado por la radicalización de ambas publicaciones, “Insurrección obrera y compromiso intelectual. Los intelectuales de Los Libros y de Cristianismo y Revolución frente al Cordobazo y el Viborazo” repone las discusiones en torno de la vía certera para una revolución que se avizoraba inminente.
El mundo editorial izquierdista de fines de los sesenta y comienzos de los setenta es analizado por Emiliano Álvarez en “Tiempo contemporáneo. Una editorial de la Nueva Izquierda”. La reposición de la intensa actividad editora de una fracción vanguardista y estructuralista de la izquierda le permite a Álvarez mostrar que la lógica de la política revolucionaria no disolvió las creativas apuestas intelectuales de la nueva izquierda. El dossier se cierra con un análisis de la posición asumida por el grupo Pasado y Presente ante la salida electoral de 1973. En “Ser o no ser. Qué hacer con Perón y el peronismo. Pasado y Presente en su hora más decisiva”, José Casco reconstruye los argumentos y dilemas de ese grupo en su decisión de apoyar a las organizaciones armadas que impulsaron el retorno de Perón al poder con el objetivo de avanzar hacia el socialismo.
El mapa que trazan los artículos del dossier sugiere que las décadas del sesenta y del setenta deben también pensarse desde las colecciones editoriales y las revistas político-culturales de la nueva izquierda en las que se difundieron notas editoriales, se revisó la historia argentina y latinoamericana, se reprodujeron manifiestos y se tradujeron las nuevas teorizaciones europeas –no sólo sobre marxismo sino también sobre sociología, antropología, crítica literaria y psicoanálisis-. Es que, hasta que la dictadura decrete el cierre abrupto, esas revistas y editoriales junto a los contactos con América Latina y Europa se erigieron en los poderosos instrumentos de renovación de la cultura de izquierdas y de tramado de vínculos estrechos entre los intelectuales y los sectores populares.
Textos seleccionados para el dossier