Dossier. El antiintelectualismo en discusión: intelectuales y nueva izquierda en el Cono Sur de los setenta

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ISSN sección Dossier 2618-415x

Franco Morosoli. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la República (FHCE-Udelar)

El presente dossier reúne ocho trabajos que, desde la historia intelectual y política, abordan la relación entre intelectuales y organizaciones revolucionarias de la nueva izquierda conosureña durante la década del setenta. Su selección pretende poner en discusión algunos elementos centrales de la bibliografía clásica sobre el período, que ha caracterizado los inicios de los años setenta como el momento de clara hegemonía de posiciones “antiintelectualistas” a la interna del campo intelectual latinoamericano, el cual habría sido absorbido prácticamente en su totalidad por lógicas y demandas políticas que se habrían transformado en la única fuente dadora de sentido y legitimación de toda producción intelectual. Los trabajos de Beatriz Sarlo, Silvia Sigal, Óscar Terán y Claudia Gilman, aunque centrados en el análisis del campo intelectual argentino -a excepción de Gilman, quién plantea una visión continental-, se han constituido en obras pioneras y notablemente influyentes en el desarrollo de la nueva historia intelectual latinoamericana en estas últimas décadas.[1]

Aunque con evidentes matices internos entre sí, estos trabajos han aportado a consolidar una visión que ha caracterizado a la politización y radicalización de los intelectuales durante la década de los sesenta y, fundamentalmente a inicios de los setenta, como un proceso que derivó en la subordinación total de la cultura por la política, provocando la pérdida de especificidad y legitimidad de las prácticas intelectuales, así como también un empobrecimiento de la calidad cultural de esas producciones.

En este sentido, los artículos escogidos, aunque en muchos casos sin proponérselo como objetivos específicos, permiten matizar dichas afirmaciones, evidenciando continuidades y reformulaciones tanto en el proceso de producción intelectual, así como también en el relacionamiento entre intelectuales y organizaciones revolucionarias. La selección pretende también trascender el caso argentino, utilizando experiencias de intelectuales vinculados a organizaciones de la nueva izquierda en Uruguay y Chile, ilustrando similitudes entre procesos contemporáneos que, a pesar de diferencias específicas fruto de las condiciones políticas, sociales y económicas nacionales, mantuvieron claros elementos en común.

Para el caso argentino, los trabajos seleccionados representan modalidades diversas de actividad cultural durante la década del setenta, pertenecientes también a espacios político-ideológicos diferentes. El artículo de Lorena Verzero analiza la emergencia del teatro militante luego del Cordobazo en 1969, específicamente a través del estudio del grupo teatral cordobés Libre Teatro Libre (LTL), el cual desarrolló una intensa actividad cultural y estuvo vinculado al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), hasta su salida del país en 1975 debido a la intensificación de las amenazas y la represión estatal y paraestatal. El capítulo de Nicolás Dip estudia los diagnósticos de crisis que sectores del peronismo de izquierda universitario realizaron sobre la situación de la Universidad de Buenos Aires durante los años 1972 y 1973, y también repasa los proyectos de transformación universitaria que éstos esbozaron para impulsar una “reconstrucción nacional”.  El artículo de Adrián Celentano analiza la experiencia de la revista Los Libros, dirigida desde 1972 por intelectuales vinculados a organizaciones maoístas, la cual a pesar de su fuerte radicalidad y posición en favor de la lucha armada, continuó con su producción cultural reivindicando el trabajo intelectual y su autonomía relativa.

En el caso uruguayo, los artículos seleccionados evidencian un momento de efervescencia cultural en el contexto de surgimiento del Frente Amplio en 1971, y también de intelectuales que compaginaron su actividad cultural con su vinculación al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T). El artículo de Mariana Villaça estudia el desarrollo de la Cinemateca del Tercer Mundo (C3M), colectivo de cineastas militantes que desarrollaron una importante actividad cinematográfica y que, además, se encontraban vinculados al MLN-T a través de su frente legal, el Movimiento de Independientes 26 de Marzo. También vinculada a esta organización de la nueva izquierda uruguaya, el capítulo realizado por Elisa Pérez Buchelli estudia la trayectoria de la artista Teresa Trujillo quién, entre otras experiencias artísticas analizadas por la autora, integró el elenco del Teatro de la Banda Oriental, el cual se encontraba inserto en la estructura de la Agrupación de Trabajo Cultural, perteneciente al MI 26 de Marzo y por ende, también vinculada al recién creado Frente Amplio.

En última instancia, el caso chileno inicia con el capítulo de Aldo Marchesi, que sitúa al país trasandino como uno de los centros político-intelectuales más importantes del Cono Sur debido a su importante posición como sede de intercambios académicos y refugio de militantes políticos exiliados por el aumento de la represión en sus países de origen. En este sentido, el capítulo muestra desde una dimensión transnacional la estrecha relación entre compromiso político y renovación académica existente desde fines de los sesenta y durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973). En segundo lugar, el capítulo de Ivette Lozoya realiza un repaso general de la relación entre intelectuales y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), abordando sobre el final a aquellos jóvenes intelectuales que se vincularon a la organización mientras se insertaban en el campo académico y desarrollaban intensas agendas de investigación y debates en distintos centros de estudio a lo largo del país. Por último, el artículo de Laura Briceño analiza las propuestas de política cultural realizadas por un heterogéneo grupo de escritores vinculados a diferentes organizaciones que integraban el gobierno de la Unidad Popular y que, sin apartarse de su actividad intelectual, difirieron en su concepción sobre cuál debería ser el rol de los intelectuales en la construcción de la política cultural durante el gobierno encabezado por Allende.

En síntesis, con una escala regional, los artículos aquí reunidos ilustran un proceso de politización y radicalización común que proporcionó una densa actividad cultural en el marco de una compleja relación entre organizaciones e intelectuales. Además, es importante destacar que las experiencias analizadas comparten otro elemento: su desarticulación se produjo debido al aumento del accionar represivo y el advenimiento de las dictaduras militares en el Cono Sur entre 1973 y 1976.

Su puesta en diálogo no sólo permite mapear las diferentes experiencias intelectuales vinculadas a las organizaciones de la nueva izquierda en el Cono Sur, sino que, además, enriquece el debate sobre el rol de los intelectuales, la cultura y su relación con la política, en el contexto de un momento histórico especialmente convulso y radicalizado.

Textos seleccionados para el dossier:

Briceño, Laura (2020). Escritores intelectuales y la política cultural en el gobierno de Salvador Allende. Izquierdas. 49, pp. 292-311.

Celentano, Adrián (2016). La crisis universitaria en América Latina y la latinoamericanización de la revista Los Libros (1969-1976). Izquierdas (31), pp. 172-193.

Dip, Nicolás (2017). Libros y alpargatas. La peronización de estudiantes, docentes e intelectuales de la UBA (1966-1974). Rosario: Prohistoria. Capítulo IV: Un proyecto para la universidad. De la revista Envido a la JUP y ADUP (1972-1973). (pp. 133-161)

Loyoza López, Ivette (2020). Intelectuales y revolución. Científicos sociales latinoamericanos en el MIR chileno (1965-1973). Santiago de Chile: Ariadna Ediciones. Capítulo IV: Intelectuales chilenos en el MIR: fundadores y jóvenes académicos. (pp. 193-267).

Marchesi, Aldo (2019). Hacer la revolución. Guerrillas latinoamericanas de los años sesenta a la caída del Muro. Buenos Aires: Siglo XXI. Capítulo 3: Dependencia o lucha armada. Intelectuales y militantes conosureños cuestionan el camino legal al socialismo. Santiago de Chile 1970-1973. (pp. 105-150).

Pérez Buchelli, Elisa (2019). Arte y política. Mujeres artistas y artes de acción en los sesenta y setenta. Montevideo: Yaugurú. Capítulo 3 (pp. 143-216).

Verzero, Lorena (2019). Estetizar los cuerpos activados: teatro y militancia en torno al Cordobazo. Aletheia. 9 (18), pp. 1-12.

Villaça, Mariana (2012). El cine y el avance autoritario en Uruguay. El “combativismo” de la Cinemateca del Tercer Mundo (1969-1973). Contemporánea. 3 (12), pp. 243-264.


[1] Sarlo, B. (1985). “Intelectuales: ¿escisión o mímesis?”. Punto de Vista, Vol. 2, N°25: 1-6; Sarlo, B. (2001). La batalla de las ideas (1943-1973). Ariel: Buenos Aires
Sigal, S. (1991). Intelectuales y poder en la década del sesenta. Buenos Aires: Puntosur; Terán, Ó. (1991). Nuestros años sesenta. Buenos Aires: Puntosur; Gilman, C. (2003). Entre la pluma y el fusil. Buenos Aires: Siglo XXI.