política – historiapolitica.com https://historiapolitica.com El sitio web del Programa Interuniversitario de Historia Política Wed, 23 Oct 2024 22:07:35 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://historiapolitica.com/wp-content/uploads/2014/08/cropped-logo1-32x32.png política – historiapolitica.com https://historiapolitica.com 32 32 Dossier. Música, política y gusto en Argentina (siglos XIX y XX https://historiapolitica.com/dossiers/dossier-musica-politica-y-gusto-en-argentina-siglos-xix-y-xx/ Mon, 29 Jul 2024 23:27:28 +0000 https://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=4856 ISSN sección Dossier 2618-415x

Guillermina Guillamon (CONICET – Instituto de Estudios Históricos/UNTREF0)

En los últimos años, el abordaje de la música se convirtió en una clave para estudiar, desde la historia, los fenómenos y los proyectos políticos. Esta relación se complejizó al incorporar al gusto como una variable mediante la cual analizar cómo los sujetos y los grupos se vinculan y se aficionan con ciertos géneros musicales y cómo éstos se articulan con posicionamientos e idearios políticos. Así, la música pasó de ser una dimensión accesoria de otras prácticas culturales para constituirse en un objeto en sí mismo.

Esta incorporación temática –novedad local, pero no internacional- conlleva un necesario diálogo con otras disciplinas. Principalmente con la sociología, que posee una larga tradición de trabajos en torno a la música en particular pero también sobre los consumos y las prácticas artísticas en general. Por otra parte, la vinculación con la musicología, tanto para discutir la primacía de la partitura como único registro del hecho sonoro como para rescatar la importancia de la sonoridad. Y, por último, supone la recuperación de trabajos locales que fueron pioneros en pensar que la música era algo más que un reflejo de lo social o una actividad de ocio y dispersión.

Situados en este último punto, los trabajos abordados en este dossier se dividen en dos grupos. En la primera parte, se proponen trabajos de tres investigadores que constituyen figuras claves en la apertura y consolidación de los estudios sobre música, política y gusto en Argentina. Con trayectorias y formaciones diversas, los autores seleccionados son una referencia ineludible para quienes nos dedicamos a estos temas. Pero además de sus aportes teóricos y empíricos nos interesa destacar que sus trabajos fueron –y son– reflexiones epistemológicas, invitaciones a pensar cómo se configura un objeto de estudio y con qué herramientas metodológicas es posible asir aquello que tiene su esencia en lo sonoro y que configura, circula, impacta en la vida social, cultural y política de las personas. En una segunda parte, otros tres trabajos muestran la vitalidad del campo de los estudios de la música en la historiografía local actual. Pero, por sobre todo, establecen la importancia de la historia cultural –y en especial del estudio de la cultura musical– para complejizar el abordaje de la política. En definitiva, una mirada situada por fuera de la historia política –y con ello alejada de sus cronologías– permite discutir y enriquecer el estudio de los programas políticos, de sus ambiciones así como de sus frustraciones.

El dossier se inaugura con “Peronismo y foclore: ¿Un réquiem para el tango?” de Pablo Vila, publicado en 1986 en la revista Punto de Vista. Allí, se hace explícito el debate –o más bien la polémica en tanto género discursivo– establecida con una serie de afirmaciones que hiciera Emilio de Ipola en la misma revista y que Vila  se ocupa de refutar a lo largo del texto. A saber: el peronismo hirió de muerte al tango, en tanto programa político que transmitió una sensibilidad festiva que obstaculizó la identificación de los sectores populares con el género musical. Varios son los argumentos que despliega Vila en el debate, aunque nos centraremos en unos pocos. Con una frescura analítica y teórica que sorprende (más aún si tenemos en consideración la fecha de publicación), Vila propone no mirar tanto ese clima festivo del peronismo al que remite De Ipola, sino pensar en otras dimensiones asociadas a la presencia del folclore, consecuencia a su vez de la presencia de la población migrante en Buenos Aires. Ello conlleva, como gesto metodológico, dejar de enfatizar nostálgicamente en la pérdida y, por el contrario, mirar el fenómeno emergente. Esto supone, también, asumir otra postura analítica innovadora: el público ya no es un actor pasivo sino un consumidor con agencia, con una escucha activa. Esta escucha activa lo conduce a plantear otro de los argumentos innovadores tomando al foclore y a su vinculación con los grupos migrantes: el gusto se crea en escenas, en letras, en escuchas, en artefactos. Emerge una preocupación por dar cuenta –superando el debate en torno a los consumos– de que la música cumple una función mucho más amplia que la de mero consumo. Más bien, la música da cuenta de los diversos usos y, en consecuencia, de necesidades sociales específicas en momentos históricos particulares.

Continúa el texto de Ricardo Pasolini, “La ópera y el circo en el Buenos Aires de fin de siglo. Consumos teatrales y lenguajes sociales”, presente en el Tomo 2 de Historia de la vida privada en Argentina. El artículo, publicado en 1999, producto de una tesis de maestría, constituye en el campo de la historiografía local el primer trabajo que se ocupó de problematizar en profundidad los usos de los dos géneros de mayor presencia en el circuito artístico porteño: la ópera y el circo. Si bien ambos espectáculos eran, para 1870, géneros consolidados y diferenciados, lo asombroso del texto de Pasolini es el detalle con el quereconstruye los antecedentes históricos de la lírica y de la cultura teatral en Buenos Aires. Por eso, además de la lucidez con la que plantea su problema, destaca la erudición con la que despliega otras dimensiones que componen el objeto de estudio: los públicos (la “gran masa” y los “verdaderos aficionados”/“público a la moda” y “el público popular”), los críticos, la programación de los teatros, la prensa, los empresarios, las compañías, tenores y prima donna, los espacios teatrales. Así, la minuciosa reconstrucción de ambos mundos del arte le permite a Pasolini mostrar que la ópera y el circo funcionaron como espacios en los cuales los grupos sociales configuraron –y salvaguardaron– identidades y, derivado de ello, disputaron poder en el campo simbólico. Por consiguiente, ambos espectáculos se erigieron en consumos capaces de agudizar la distancia social y trazar los límites de unas identidades sociales que se pretendían estables. En este sentido, el gusto y la afición constituyen vectores para la configuración, transformación y estabilización de los grupos sociales. De esto se deriva otra premisa: los grupos sociales no están predefenidos, sino que se forman –en este caso– en el consumo cultural y, en ese mismo sentido, la música funciona como recurso expresivo de configuración y de diferenciación.

 “The Apolitical Politics of Classical Music: The Mozarteum Argentino under the Dictatorship of 1976–1983”, artículo publicado en 2021 por Esteban Buch, historiador francoargentino y uno de los referentes en el campo, retoma la vinculación entre música, política y dictadura para problematizar la construcción –y las implicancias– de la idea de la música, y específicamente de la música clásica, como un arte apolítico. La detallada reconstrucción del funcionamiento del Mozarteum, de los intereses y acciones desplegadas por su histórica directora Jeannette Arata de Erize, de la programación musical y la documentación relativa a la dinámica de sus actividades, así como la presencia pública de varios de sus integrantes revela que la idea de una “política apolítica” era una dimensión discursiva que, antes que remitir a la realidad, refería a una doble tradición. Por un lado, a la construcción discusiva de la propia dictadura, de una economía liberal que prescindía –o al menos eso se esperaba- de la intervención de la política. Por otro, a la configuraciónde la música como arte apolítico, en tanto única forma de garantizar la idea decimonónica del valor universal de lo bello, creencia vinculada a su vez con el supuesto de la autonomía del arte.

El artículo seleccionado de Esteban Buch se enlaza con un conjunto de trabajos previos del autor que bucean en torno a la compleja relación entre poder y cultura en regímenes autoritarios al tiempo que despliegan el debate en torno a la función del arte en la sociedad y su autonomía respecto del poder político. Así, tanto en The Bomarzo affair… como Música, política, dictadura… la narrativa sobre un caso –un incidente, un affair– repone la importancia y la profundidad del acontecimiento que permite, a su vez, recrear la complejidad de los mundos culturales (o más bien la polémica sobre la censura, la condena o lo que hoy llamaríamos “la cultura de la cancelación”). La significación política de las obras y del sonido, el gusto por la música y el interés de las elites económicas y políticas que sustentan los regímenes por el arte, la importancia de las instituciones privadas de música –tal como el Mozarteumn– y del Teatro Colón en tanto islas del poder, donde la estética prima sobre la ideología, son algunas de las dimensiones que recorren los trabajos de Buch. Complementariamente a estas preocupaciones, hay una constante que emerge como característica de sus producciones: la frescura de una prosa que, entre la narrativa propia de la crónica y la escritura académica, muestra la importancia de indagar en lo no dicho, lo no hecho, lo no escuchado.

La siguiente parte del dossier recupera tres trabajos de historiadoras locales (incluyendo a quien escribe) que dialogan con –y hasta de alguna manera se han inspirado en–, los tres trabajos previamente reseñados. Los tres artículos reponen en sus análisis un factor clave para comprender la importancia de la música como objeto de estudio: el rol desplegado por el Estado en la censura o condena, impulso o protección de ciertos géneros, espacios y prácticas. Asimismo, estos trabajos muestran la importancia de los estudios culturales en la construcción del objeto o, más concretamente, en la posibilidad de incorporar a la música como una dimensión constitutiva de la cultura y, por ende, pasible de ser historizada.

Los debates y argumentos desarrollados en torno a la censura de las óperas de Wagner representadas en Buenos Aires durante 1914-1920 es el objeto de Josefina Irurzun en “Ópera y censura en la formación de imaginarios planetarios. Vicisitudes de la obra wagneriana en Buenos Ares durante la Gran Guerra”. Las polémicas sobre la legitimidad o la condena a la ejecución de las obras wagnerianas, no solo permite adentrarse en la complejidad de las consecuencias de la Gran Guerra –incluso en un país por demás alejado del conflicto– sino en las tramas de poder entre el arte (afición/gusto a la ópera) y la política (la censura). Para abordar esta dificultosa relación, Irurzun descompone en múltiples dimensiones la escena y la importancia de la figura de Wagner en el circuito. En primer lugar, los debates situaron a Buenos Aires como parte de un trama de interconexión global o de formación de imaginarios planetarios vinculados a la ópera, la guerra y lo censurable. Al mismo tiempo, con la censura de Wagner, en tanto referente de los aliados, se inauguró otro debate en torno a quiénes eran los responsables de prohibir ciertos espectáculos en teatros de naturaleza pública. Lo que se debatía, en conclusión, era quien o quienes tenían la legitimidad de establecer la peligrosidad de una obra artística y de tomar una decisión al respecto que, aunque no era inapelable por el resto de aficionados, constituía una norma que debía ser respetada.

El texto “¿Treinta años sin ópera? Políticas culturales y programas musicales durante el primer peronismo en Bahía Blanca, Argentina (1946-1947)” de Noelia Caubet restablece la escena operística de Bahía Blanca a propósito de abordar la temporada lírica que brindó en dicha ciudad la compañía del Teatro Argentino de La Plata durante 1947. Específicamente, nos interesa destacar cómo el análisis de este fenómeno le permite a Caubet indagar en la expansión de ciertos principios rectores del gobierno peronista hacia una ciudad que, si bien era de las más importantes de la provincia, buscaba convertirse en una faro irradiador de modernidad hacia el sur del territorio. Así, además de impulsar esta ambición, el desarrollo de la temporada lírica, a su vez caracterizada por obras italianas, procuraba la inclusión de los sectores populares de los espacios que estuvieron tradicionalmente asociados a la alta cultura. Por tanto, la civilización del gusto popular conllevó no solo la reducción del precio de las entradas (y la flexibilidad en la compra del abono), sino la vinculación del mundo de la música clásica con los medios radiales así como la promoción de las funciones líricas en prensa periódica ligada a la cultura popular.

Por último, el texto de mi autoría, es una síntesis de mi tesis de maestría, investigación en la que me aboqué a reconstruir aquello que denominé como “cultura musical” en el Buenos Aires de principio de siglo XIX. Aunque luego avancé en el marco temporal, el análisis del período rivadaviano me permitió desarrollar una serie de consideraciones o hipótesis en torno a las transformaciones del gusto así como la presencia de ciertos idearios estéticos que se convertirían en idearios rectores de una forma de escuchar música. En suma, el gusto por la lírica italiana y particularmente por la ópera buffa rossiniana, le posibilitó a la élite política y a las elites culturales desvincularse de la afición por la música española en tanto sinónimo de atraso y barbarie. La ópera, por el contrario, era una herramienta que habilitaba la modernización cultural al tiempo que alentaba un tipo de civilidad y de sociabilidad propia de aquellos que ahora eran ciudadanos y destinatarios de un programa reformista y modernizador. Una vez concluida la “feliz experiencia”, algunos de los tópicos propuestos e impulsados por el grupo rivadaviano seguirían presentes en la crítica musical del siglo XIX e incluso del siglo XX. La división entre buen gusto y mal gusto, la concepción de la música lírica –y luego de la música clásica/instrumental- como un medio capaz de traccionar la modernización cultural y la escucha musical considerada un acto de introspección y parámetro de civilidad, son algunos ejemplos.

Realizado este breve recorrido, cabe una serie de consideraciones sobre los trabajos presentados que, a su vez, caracterizan al campo actual. En primer lugar, todos ellos ofrecen claves novedosas y, en cierto sentido, más densas, para pensar los –muchas veces zigzagueantes– procesos de co-producción de la cultura de masas, la alta cultura, la cultura oficial. Asimismo, esta complejidad restaura las operaciones políticas sobre el mundo de la cultura (las ambiciones de modernización cultural, los actos de censura, las estrategias de distinción entre los grupos sociales, etc.) así como las categorías y experiencias que, tomadas o elaboradas en el campo de la cultura y de la música, permitieron la inteligibilización de disputas políticas propias de cada época. Por último, destacar que en los últimos años se comenzó a indagar en torno a las escalas locales para captar la heterogeneidad de ciertos procesos que, casi siempre, se han pensado desde el centro. Este giro de escala vizibiliza circulaciones entre lo global y lo local, así como proyectos políticos descentralizados y experiencias culturales que discuten y complejizan una historia que por años estuvo centrada en el circuito porteño.

Textos selecionados para el dossier

Buch, Esteban (2021). The Apolitical Politics of Classical Music: The Mozarteum Argentino under the Dictatorship of 1976–1983. Latin American Research Review 56(2), pp. 484-499.

Caubet, María Noelia (2023). ¿Treinta años sin ópera? Políticas culturales y programas musicales durante el primer peronismo en Bahía Blanca, Argentina (1946-1947). Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, 54, pp. 199-216.

Guillamon, Guillermina (2017). Gusto y buen gusto en la cultura musical porteña (1820-1828). Prismas. Revista De Historia Intelectual, 21(1), pp. 33-51.

Irurzun, Maria Josefina (2023). Ópera y censura en la formación de imaginarios planetarios. Vicisitudes de la obra wagneriana en Buenos Ares durante la Gran Guerra. Anuario del Instituto de Historia Argentina, 23 (1), pp. 1-12.

Pasolini, Ricardo (1999). La ópera y el circo en el Buenos Aires de fin de siglo. Consumos teatrales y lenguajes sociales. En Fernando Devoto, y Marta Madero (comps.), Historia de la vida privada en Argentina. Tomo 2 (pp. 222- 268). Buenos Aires: Taurus.

Vila, Pablo (1986). Peronismo y foclore: ¿Un réquiem para el tango? Punto de Vista, 36, pp. 46-48.

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Dossier | Militarización y política en la frontera bonaerense desde un enfoque multidisciplinario, 2da mitad del siglo XIX https://historiapolitica.com/dossiers/dossier-militarizacion-y-politica-en-la-frontera-bonaerense-desde-un-enfoque-multidisciplinario-2da-mitad-del-siglo-xix/ Thu, 03 Sep 2020 20:35:16 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=4127 ISSN sección Dossier 2618-415x

Dossier | Militarización y política en la frontera bonaerense desde un enfoque multidisciplinario, 2da mitad del siglo XIX


Sol Lanteri (CONICET/Instituto Ravignani-UBA) y  Leonardo Canciani (CESAL-UNCPBA-CIC)

 

 

El Dossier que coordinamos reúne estudios recientes que consideramos centrales para el conocimiento de los nuevos enfoques y líneas interpretativas sobre dos tópicos nodales de la historia argentina e iberoamericana: la militarización y la política. La selección se inserta en las coordenadas espacio-temporales de la frontera de Buenos Aires durante la segunda mitad del siglo XIX, desde el fin del gobierno de Rosas hasta la conformación del Estado Nacional.

El enfoque que elegimos, de índole multidisciplinar, responde a dos razones. Por una parte, tanto a la cantidad como a la calidad de investigaciones individuales y conjuntas disponibles desde diversas disciplinas humanas y sociales en los últimos años, como la Historia, la Antropología Social y la Arqueología -en sus diversas sub-especializaciones-. Por otra, a nuestra convicción y postura epistemológica de abordar los temas de estudio desde la complejidad y pluralidad de disciplinas, enfoques, marcos teórico-metodológicos, fuentes y variables que permitan hacerlos lo más inteligibles posible.

El primer concepto que estructura este Dossier es el de militarización. Acuñado inicialmente por el historiador Tulio Halperín Donghi para explicar las invasiones inglesas y las guerras de la revolución,[1] ha sido utilizado para analizar otros tiempos históricos previos y posteriores. Define al ascenso social y político de los oficiales de alto rango, a la utilización del modelo de organización del ejército en la sociedad y a la extensión del servicio de armas a sectores cada vez más amplios de la población. La guerra entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires; los levantamientos, pronunciamientos armados y revoluciones que afectaron la construcción estatal y los enfrentamientos entre criollos e indígenas, que acompañaron las relaciones interétnicas pacíficas en la frontera bonaerense, son fenómenos que, desde diversas disciplinas, pueden ser abordados a través del prisma de la militarización.

El segundo concepto estructurador es el de política. Término de múltiples acepciones desde las concepciones clásicas y más modernas, refiere en sentido amplio a las cuestiones de la organización y gobierno de las sociedades humanas y la vida del ciudadano en comunidad. Dentro de nuestras coordenadas, lo consideramos en el sentido que le da Eduardo Míguez,[2] vinculado a la estructura caudillezca y la trama de obediencias y lealtades interpersonales en la frontera. Ello supone que el poder residía allí más en una red clientelar –que articulaba indígenas y cristianos, autoridades civiles y militares y demás agentes sociales– que en la asignación de funciones administrativas propias de un Estado moderno, por lo menos hasta 1870. Esta consideración hace inteligibles no sólo los aspectos más formales e institucionales del plano político, como la ciudadanía “armada” y “electoral”, la conformación de partidos y facciones, el espacio público y la prensa, etc., sino también la trama de relaciones sociales y las negociaciones informales entre los agentes e instituciones coetáneas.

En este marco, el orden de los trabajos seleccionados responde a una lógica secuencial en el que se insertan los sucesos y procesos centrales del período.

En primer lugar, Laura Orta realiza un estado de la cuestión sobre los principales aportes históricos y antropológicos al tema de los malones indígenas en la frontera desde la colonia, focalizando en la década de 1850. A través de los estudios abordados, entiende a aquéllos tanto como una empresa económica como una estrategia de resistencia indígena ante el avance colonizador criollo y oficial en sus tierras, implicando negociaciones que derivaron en tratados de paz. Efectúa, además, una comparación con otros contextos fronterizos americanos, como Nueva España en el siglo XVIII mediante el caso de los apaches.

Fernanda Barcos aborda el sitio que las fuerzas federales, bajo las órdenes de Hilario Lagos, pusieron a la ciudad de Buenos Aires entre diciembre de 1852 y julio de 1853. En particular, se concentra en las estrategias políticas de los “indios amigos” y de los de “tierra adentro” frente a los intentos de los sitiadores y los comandantes pro-porteños por sumarlos a la causa que defendían. Al analizar la dinámica de las relaciones fronterizas que se produjeron en ese contexto y el malón de febrero de 1853, pone de relieve la autonomía con la cual se manejaron las diversas parcialidades indígenas frente al conflicto criollo, para lo cual armaron y desarmaron sus alianzas estratégicas.

Silvia Ratto analiza la composición de las fuerzas militares utilizadas por el Estado de Buenos Aires en la defensa de la frontera durante el decenio de 1850 en comparación con el período rosista, cuando las fuerzas indígenas se habían revelado cruciales en el mantenimiento de la pax rosista mediante acuerdos como el “Negocio Pacífico de Indios”. Se detiene tanto en las medidas y esquemas defensivos implementados por el gobierno provincial desde la caída de Rosas y el sitio de Lagos como en coyunturas conflictivas posteriores. En este sentido, destaca cambios-continuidades respecto al período anterior y la importancia de las relaciones personales y el conocimiento de las prácticas militares, políticas y diplomáticas indígenas para el éxito de las políticas oficiales.

Sol Lanteri y Victoria Pedrotta analizan el origen y características del emplazamiento indígena urbano de “Villa Fidelidad” en la frontera sur de Buenos Aires, partiendo de la relación entre tierras, armas y política. Para esto estudian la trayectoria y el servicio armado de los “indios amigos” del cacique Maicá desde su incorporación al “Negocio Pacífico de Indios” en la década de 1830 hasta los conflictivos sucesos de 1850s, signado por la lucha entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación. Destacan la importancia de la tierra tanto en el surgimiento de los conflictos interétnicos luego de Caseros y el sitio de Lagos, como en la pacificación fronteriza mediante los acuerdos de 1856 y 1857 con distintas agrupaciones indígenas.

Juan Leoni et al abordan un suceso central de la década de 1850 y la organización republicana a través del enfoque de la “arqueología de los campos de batalla”: la (segunda) batalla de Cepeda, librada el 23 de octubre de 1859 entre las fuerzas porteñas y confederadas que resultaron triunfantes. Mediante la conjugación de los patrones de distribución espacial de los materiales arqueológicos encontrados en el campo con documentación como partes militares, reconstruyen las posiciones y movimientos de las tropas involucradas, las secuencias de avance y defensa y las zonas de campamento a retaguardia. La evidencia material encontrada en la pesquisa (aún en curso) se acerca más al relato porteño que confederal de las fuentes escritas coetáneas.

Leonardo Canciani recurre a un análisis histórico de tipo cuantitativo para estudiar la militarización de la provincia de Buenos Aires durante la construcción del Estado Nacional. Por un lado, examina de forma comparativa el aporte del Ejército de Línea, de la Guardia Nacional y de los “indios amigos” a la defensa y expansión de la frontera bonaerense durante las décadas de 1860 y 1870. Por otro lado, focaliza en el período 1864-1867, para evaluar la presión militar que sufrieron los regimientos de la Guardia Nacional y definir el índice de milicianos que fueron movilizados hacia la frontera en relación a la cantidad de enrolados. Resalta el impacto que significó la Guerra de la Triple Alianza, cuando la mayor parte de las fuerzas de Línea fueron destinadas al frente paraguayo y se dejó la frontera al resguardo de las fuerzas milicianas y de “indios amigos”.

Luciano Literas aborda la trayectoria de la tribu de Rondeau durante el siglo XIX. Estudia cómo se produjo su incorporación a la órbita estatal, recurriendo a tres aspectos: el servicio militar, los vínculos de proximidad y parentesco interétnico y el acceso a la propiedad de la tierra en la zona de 25 de Mayo. Por medio de un análisis antropológico, explica su transición de “indios aliados” a “indios amigos” y “vecinos”. Al mostrar la diferenciación socioeconómica resultante entre los caciques y sus familias con el resto de la tribu, alega que la historia indígena no puede ser interpretada a través de enfoques dicotómicos que postulen la resistencia ancestral a la dominación o la asimilación unilateral al Estado.

Lorena Barbuto e Ingrid de Jong estudian la dinámica de la política estatal sobre la frontera sur a través del rol de los hombres que actuaron en dicho espacio. Se centran en el accionar del comandante Ignacio Rivas, quien oscilaba entre sus obligaciones como jefe militar del Estado Nacional y su inserción en la red que reconocía a Bartolomé Mitre como su jefe político. Al analizar de forma asociada la administración fronteriza y el faccionalismo que caracterizó los años iniciales de la década de1870, cuestionan la existencia de una política estatal homogénea, unificada y coherente para lograr la expansión de la frontera, la cual caracterizan como oscilante y contradictoria.

Finalmente, Carlos Landa et al estudian la batalla de La Verde, que el 24 de noviembre de 1874 enfrentó a las fuerzas nacionales y las “constitucionalistas” en el marco de la mentada “revolución mitrista”. Este suceso, en sus propias palabras constituyó una “batalla de sitio”, a diferencia de otras de mayor amplitud espacial, que indagan desde la arqueología histórica, específicamente a través del sub-campo de la arqueología del conflicto. Se destaca la índole pluridisciplinar del estudio, que articula el trabajo de campo con cartografía y documentos coetáneos sumado a una novedosa perspectiva analítica que “historietiza” tanto el dato histórico como la labor metodológica y las prácticas cotidianas de los investigadores en el campo, mediante el registro sistemático de una profesional de las artes plásticas.

Esperamos que el Dossier que el lector tiene en sus manos contribuya, con la mayor justicia posible, a representar las principales disciplinas, enfoques y resultados habidos sobre los fenómenos abordados, así como a fomentar el diálogo entre la comunidad científica, educativa y general.

 

Textos seleccionados para el dossier:

Orta, Laura (2017). Malones indígenas como estrategias de resistencia ante el avance colonizador criollo. Un repaso sobre la década de 1850 en Argentina. En Raymond Buve y Romana Falcón (coords.). Pueblos en tiempos de guerra. La formación de la nación en México, Argentina y Brasil (1800-1920) (pp.31-50).México: COLMEX.

Barcos, Fernanda (2017). Tratos, batallas y malones. El accionar indígena en la frontera sur durante el Sitio a la ciudad de Buenos Aires. Corpus, 7(1), pp. 1-30. Recuperado de http://corpusarchivos.revues.org/1871

Ratto, Silvia (2012). “Haremos lo posible para asegurar y tranquilizar la frontera”. La defensa de la frontera bonaerense durante la década de 1850. En Juan Carlos Garavaglia, Juan Pro Ruiz y Eduardo Zimmerman (eds.). Las fuerzas de guerra en la construcción del Estado en América Latina, siglo XIX (pp. 357-380). Rosario: Prohistoria / SBLA.

Lanteri, Sol y Pedrotta, Victoria (2018). Tierras, armas y política en la frontera sur bonaerense durante la década de 1850. Los “indios amigos”, Maicá y Villa Fidelidad. Anuario del Instituto de Historia Argentina, 18 (1), pp. 1-21. Recuperado de https://doi.org/10.24215/2314257Xe066

Leoni, Juan et al (2019). Identificación arqueológica de acciones militares en el campo de batalla de Cepeda, 1859. Teoría y Práctica de la Arqueología Histórica Latinoamericana, 8, pp. 41-57.

Canciani, Leonardo (2017). Fuerzas armadas y militarización de los guardias nacionales en la frontera sur de Argentina (provincia de Buenos Aires, 1862-1879). Revista Complutense de Historia de América, 43, pp. 259-283. Recuperado de http://dx.doi.org/10.5209/RCHA.56734

Literas, Luciano (2016). Armas, parentesco y tierra en las fronteras. La tribu de Rondeau y los orígenes de 25 de Mayo (1834-1880). En Ingrid de Jong (comp.), Diplomacia, malones y cautivos en la frontera sur, siglo XIX. Miradas desde la Antropología Histórica (pp. 263-327). Buenos Aires: Sociedad Argentina de Antropología.

Barbuto, Lorena e Ingrid de Jong (2012). De la defensa de las fronteras al conflicto faccional: preparando la revolución mitrista en el sur de Buenos Aires. Revista Sociedades de Paisajes Áridos y Semiáridos, 4(6), pp. 35-65.

Landa, Carlos et al (2014). Un zarpazo en el olvido de la historia. Batalla de La Verde (1874), partido de 25 de Mayo, Argentina. En Carlos Landa y Odlanyer Hernández de Lara (eds.), Sobre campos de batallas. Arqueología de conflictos bélicos en América Latina (pp.139-165). Buenos Aires: ASPHA Ediciones.

 

[1]Tulio Halperín Donghi (1968). Revolutionary militarization in Buenos Aires, 1806-1815. Past and Present, 40, 84-107 y (1972). Revolución y guerra. Formación de una elite dirigente en la Argentina criolla. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.

[2]Míguez, Eduardo (2010). La frontera sur de Buenos Aires y la consolidación del Estado liberal, 1852-1880. En Bragoni, Beatriz y Míguez, Eduardo Un nuevo orden político. Provincias y Estado Nacional, 1852-1880 (pp. 79-97). Buenos Aires: Biblos.

 

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Dossier | La Reforma Universitaria de 1918 en su Centenario https://historiapolitica.com/dossiers/reforma-universitaria-de-1918-en-su-centenario/ Mon, 15 Apr 2019 19:06:12 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3898 ISSN sección Dossier 2618-415x

Dossier | La Reforma Universitaria de 1918 en su Centenario


 

Osvaldo Graciano (CONICET/ Universidad Nacional de Quilmes)

 

Entre todas las definiciones de la Reforma Universitaria de 1918, la que refiere a su carácter de rebelión de la juventud estudiantil contra la autoridad institucional e intelectual del profesorado fue la que expresó con mayor precisión su carácter iniciático. Esa condición de alzamiento de los estudiantes fue fundante del movimiento reformista en las universidades de Córdoba, La Plata y Buenos Aires y fue el punto de partida de los estudios sobre la Reforma, desde los provenientes de sus protagonistas como los debidos a la más reciente historiografía. Una revuelta que cuestionaba el orden de gobierno de las universidades y lo era a la vez contra la situación de la enseñanza de las profesiones y de la ciencia en ellas. Una rebelión que llevó también a los estudiantes a proponer un programa de transformación educativa del sistema universitario, definiendo un nuevo modelo para su funcionamiento académico y científico. Allí no se limitaban los propósitos del movimiento reformista: también implicó la voluntad de afirmación para los universitarios argentinos de identidad cultural y fraternidad americanista y antiimperialista y la definición de una “misión” intelectual a cumplir en la sociedad de compromiso con el “Pueblo”. La irrupción del movimiento de estudiantes como actor político en la vida pública nacional resultó una de las dimensiones más significativas de su práctica colectiva.[1]

El reformismo impuso su programa en los nuevos estatutos universitarios promulgados en las universidades, que establecieron la participación de los estudiantes y de los diplomados en su gobierno, la renovación de su profesorado y la modernización científica de su enseñanza. Contó para ello con el apoyo del presidente Radical Hipólito Yrigoyen, quien además garantizó la posibilidad de extensión nacional del movimiento reformista al concretar otro de sus reclamos, la nacionalización de las universidades del Litoral en 1919 y de la de Tucumán en 1921. La democratización y expansión del sistema universitario que el gobierno Radical auspició conllevó el desplazamiento de la dirección y de la cátedra de los intelectuales de las clases dominantes oligárquicas y la conformación de un profesorado proveniente de las clases medias. Un remozado sistema universitario emergió en la primera democracia política argentina de la década de 1920, resultado de la Reforma. Los cambios institucionales reformistas se expresarían en un mayor pluralismo teórico e ideológico en la cátedra y los consejos académicos cobraron mayor dinamismo de debate de las propuestas educativas con la presencia de los delegados de los estudiantes. La implementación de la extensión universitaria como una instancia institucionalizada en las universidades produjo una vinculación más activa del profesorado y del movimiento estudiantil con la sociedad. Las intervenciones políticas del reformismo universitario, con sus campañas anticlericales, antimilitaristas, antiimperialistas y en defensa de la edificación de una democracia liberal y social y la unidad latinoamericana, fueron un capítulo significativo de su historia.[2]

Protagonizado por quienes se formaban como los futuros intelectuales de la sociedad, el movimiento de la reforma produjo tempranamente la reconstrucción de su historia y compendió su ideario universitario y social. Una labor cuya autoría se debió a sus protagonistas y que pretendió construir la biblioteca del reformismo. Ese sería el propósito de los dirigentes Julio V. González y Gabriel del Mazo, quienes editaron las obras más tempranas de la Reforma Universitaria, brindándole al reformismo una interpretación histórica, sociológica y, no menos importante, una dirección político-ideológica para su actuación.[3] Si expresaron también una tarea intelectual defensiva frente a los críticos y detractores del reformismo, el explícito propósito de sus escritos fue brindar al movimiento un programa de acción académico y gremial para su actuación en la universidad y una dirección ideológica para su intervención en la vida democrática argentina de la década de 1920. González con sus ensayos historiográficos y del Mazo con sus compilaciones documentales, no se encontraban solos en esa labor de escritura y edición por forjar la interpretación histórica y política reformista de los acontecimientos estudiantiles del ’18. Su tarea fue esencialmente colectiva, compartida por otros dirigentes estudiantiles, quienes en conferencias y discursos y desde los periódicos de sus federaciones como el Boletín de la Federación Universitaria Argentina, La Gaceta Universitaria (FUC), Renovación (FULP) y el Boletin de la Federación Universitaria de Buenos Aires, expusieron los fines gremiales y políticos del reformismo. De ese modo la biblioteca historiográfica y programática del reformismo tomó forma y quedó constituida a fines de la década de 1920, integrada esencialmente por las iniciativas intelectuales de Julio V. González y Gabriel del Mazo, obras que no dejaban también de presentar diferencias ideológicas. A su favor o en su contra se desplegarían en los años siguientes, las interpretaciones de otros reformistas del ’18.

Con relación a la bibliografía que se encuentra en el horizonte presente de los estudios sobre la Reforma Universitaria y que proyectan su influencia sobre nuestra tarea historiográfica, deben indicarse aquellos cuya finalidad fue la de definir el carácter histórico-sociológico de las protestas de los estudiantes del ’18 y se orientaron a reconstruir la experiencia del movimiento de estudiantes durante el siglo XX. En muchos de ellos no dejó de reflejarse la influencia de las rebeliones estudiantiles ocurridas en el mundo de los años ‘60. Aquí son fundamentales destacar las investigaciones de Richard Walter Student Politics in Argentina: The University Reform and Its Effects, 1918-1964 de 1968 y de Jorge Graciarena Clases medias y movimiento estudiantil. El Reformismo Argentino: 1918-1966, de 1971. Junto a ellas se destaca el libro de Juan Carlos Portantiero Estudiantes y política en América latina. El proceso de la Reforma Universitaria, 1918-1938, editado en 1978 en un nuevo aniversario de la Reforma, pero versión profundamente modificada del libro Studenti e rivoluzione nell` América Latina. Dalla “Reforma Universitaria” del 1918 a Fidel Castro, publicado en 1971 en Italia. Debemos el redescubrimiento de esta obra de Portantiero y las posibilidades que el mismo abre a un análisis contextualizado de su estudio del reformismo universitario, a la rigurosa tarea de investigación de Adrián Celentano y Natalia Bustelo.[4]

En la década de 1990 el esfuerzo sostenido de los historiadores Hugo Biagini con libros y ensayos como La Universidad de La Plata y el movimiento estudiantil. Desde sus orígenes hasta 1930 (1999) y La Reforma Universitaria. Antecedentes y consecuentes (2000), de María Calderari y Patricia Funes con Algunas proposiciones sobre la reforma universitaria (1996) y Escenas Reformistas. La Reforma Universitaria, 1918-1930 (1997) y finalmente de Pablo Buchbinder con su Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires (1997), El movimiento reformista de 1918: una perspectiva desde la historia interna de la Universidad de Buenos Aires (2000) y ¿Revolución en los claustros? La Reforma Universitaria de 1918 (2008), se produjo una apertura a la indagación de dimensiones escasamente estudiadas hasta ese momento de la experiencia reformista. La influencia de estas investigaciones fue notoria en la constitución de una agenda de estudios de las cuestiones científico-educativas y de las prácticas gremiales, intelectuales y políticas que promovió la Reforma, renovada y enriquecida hasta el presente. Numerosos especialistas conforman este campo de investigación, que ha dado lugar a singulares contribuciones científicas bajo la forma de tesis doctorales. Entre estas obras también se destacan las que concentraron su atención analítica en la historia política del movimiento estudiantil, como la compilada por Pablo Buchbinder, Juan Sebastián Califa y Mariano Millán Apuntes sobre la formación del movimiento estudiantil argentino, 1943-1973 y publicada en 2010 (obra de la que se publica en este dossier el trabajo de Califa), la de Mariano Millán en Universidad, política y movimiento estudiantil en Argentina (entre la “Revolución Libertadora” y la democracia del ’83) y el libro de Nicolás Dip Libros y alpargatas. La peronización de estudiantes, docentes e intelectuales de la UBA (1966-1974) de 2017. Estas obras nos acercan una reconstrucción de las protestas estudiantiles y de sus procesos de cambios ideológicos en el siglo XX: entre el peronismo del ‘45 y el del ’73, entre el golpe de Estado militar de 1943, el de 1955 y el que inició la dictadura militar de 1976. Las obras hasta aquí citadas no son las únicas que reconstruyen el movimiento y el proceso de la Reforma Universitaria, pero sí son las más representativas para dar cuenta de sus enfoques de abordaje y por su contribución a su conocimiento histórico.

El centenario de la Reforma fue un gran motivo no sólo para eventos académicos que lo tomaron como objeto de estudio, sino también para nuevas ediciones de libros, promovidas algunas por las universidades públicas nacionales, por instituciones científicas y otras por sus especialistas. La obra colectiva Dimensiones del reformismo universitario publicada por la Universidad Nacional de Rosario bajo la dirección de Natacha Bacolla, Alejandro Eujanián y Diego Mauro, el libro El pensamiento americanista en tiempos de la Reforma Universitaria. Ricardo Rojas- Ángel Guido, coordinado por Ramón Gutiérrez del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL, integrante de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura) así como los publicados por Hugo Biagini La Reforma Universitaria y Nuestra América. A cien años de la revuelta estudiantil que sacudió al continente y Natalia Bustelo Todo lo que necesitas saber sobre la Reforma Universitaria, representan un estado actualizado del conocimiento sobre el reformismo y el movimiento estudiantil. Estos nuevos textos nos muestran una renovación de abordajes sobre la Reforma Universitaria y revelan la constitución de un complejo y dinámico campo de estudios sobre esta experiencia cultural y política.

Los trabajos reunidos en este dossier también expresan en su conjunto, la renovación de estudios sobre la Reforma Universitaria producidos por la historiografía reciente. Historiadores especializados en el análisis del sistema universitario nacional y del movimiento estudiantil, sus autores desarrollan en estas investigaciones nuevas evaluaciones de las prácticas intelectuales, políticas y gremiales así como de la sociabilidad cultural a las que el reformismo universitario del ’18 dio formas y contenidos a lo largo de gran parte del siglo XX. El artículo de Pablo Buchbinder abre el dossier con una caracterización histórica de la emergencia de las protestas estudiantiles, del proceso académico y político que llevó a la implantación de la reforma en las universidades de Córdoba, Buenos Aires y La Plata y formula una evaluación de la proyección latinoamericana del movimiento. Su análisis posibilita también reflexionar sobre el ideal de la universidad reformista, que demandaba de la comunidad académica y del movimiento estudiantil el compromiso de la ciencia con la resolución de los problemas de la sociedad. En tanto, el artículo de Luciana Carreño se sitúa en la reconstrucción de las nuevas experiencias de identidad y de sociabilidad promovidas por sectores del movimiento estudiantil y por jóvenes graduados y profesores en la Universidad de Buenos Aires, a partir de la influencia del reformismo. En su estudio Carreño reconstruye sus propuestas para promover entre los estudiantes porteños nuevas formas de acción y conductas sociales, las que en su conjunto delineaban una remozada sociabilidad estudiantil universitaria para su actuación dentro y fuera de la universidad. A partir de la indagación de un segmento significativo del periodismo gremial y cultural estudiantil del reformismo de izquierda, la autora muestra cómo esas propuestas perfilaron el imaginario de una nueva figura social del estudiante universitario. Las nuevas prácticas, conductas y modos de ser de la identidad del estudiante debían reemplazar a las dominantes hasta ese momento en la Universidad porteña. Al colocar su atención en el análisis de la sociabilidad estudiantil en el discurso reformista y evaluar los cambios alcanzados, la investigación de Carreño hecha luz sobre dimensiones de la experiencia reformista y de la vida social universitaria escasamente estudiados para este período.

El artículo de mi autoría analiza el despliegue de las prácticas culturales desplegadas por el reformismo en la ciudad de La Plata bajo el magisterio del filósofo Alejandro Korn. En sus páginas se investigan las iniciativas editoriales y artísticas que  estudiantes y profesores desarrollaron sustentados en el programa reformista y en el pensamiento filosófico delineado por Korn, con su singular síntesis de espiritualismo e idealismo. Esa síntesis de ideas reformistas y filosofía promovió innovadoras prácticas intelectuales en sus miembros para su acción en la vida cultural de la ciudad primero y en la vida política del país después, pero cuya concreción se sustentó fundamentalmente en el ejercicio de un magisterio socrático por parte de Korn. Las particulares características sociales, políticas y culturales de la ciudad fueron sin dudas una condición de la proyección intelectual colectiva en la vida urbana platense de este grupo universitario, que en el período estudiado pasó de la actuación cultural a la política partidaria en el socialismo.

En su artículo César Tcach lleva adelante el análisis de la dimensión ideológica y política de la Reforma Universitaria. Para el autor las protestas estudiantiles del ‘18 dieron lugar a la emergencia de un movimiento  social  y cultural de voluntad contrahegemónica: anticlericalismo, latinoamericanismo antiimperialista,  defensa de la democracia liberal y de la reforma social fueron constitutivos de su universo ideológico y se expresaron en su acción pública y política. A partir de un preciso estudio historiográfico cuyo foco de atención es la Universidad de Córdoba y las singulares características de la cultura y la política de la sociedad cordobesa en el período 1918-1946, su autor reconstruye las posiciones del movimiento reformista en sus contiendas universitarias, culturales e ideológicas y la participación política de un sector de sus intelectuales (entre los que se destacó Deodoro Roca) en el Partido Socialista. La sugerente hipótesis sobre la condición de movimiento social y cultural del reformismo se encuentra en el centro explicativo del artículo, que le permite a su autor analizar y comprender la capacidad de intervención y disputa en la vida cultural y política provincial y nacional del movimiento estudiantil y de sus intelectuales en el período de estudio delimitado. La emergencia del Peronismo y las consecuencias de su política universitaria serán factores que explicarán su fin como movimiento social. No sería menor entre esos factores, la reconfiguración profunda de la sociedad y de la política argentinas que implicó la experiencia peronista, cuyo dato fundamental fue la adhesión del movimiento obrero a esa nueva fuerza política nacional.

Las investigaciones de Juan Sebastián Califa y Nayla Pis Diez profundizan la reconstrucción de la actuación política del reformismo estudiantil, focalizando su atención en los años del Peronismo. En sus trabajos Califa y Pis Diez despliegan un análisis de las posiciones político-ideológicas de las organizaciones de estudiantes de las Universidades de Buenos Aires y de La Plata respectivamente, con particular atención por situarlas y comprenderlas con relación a las condiciones del proceso histórico que llevaron al país a vivir una novedosa y revulsiva experiencia político-cultural como la que inauguró el Peronismo. En ambos estudios la oposición reformista al nuevo movimiento político y a su proyecto de universidad, se explican a partir del análisis de la situación internacional de los años ’30 y ’40, marcada a fuego por el fascismo europeo y la guerra mundial, así como por el contexto nacional, dominado por un régimen militar autoritario, nacionalista y católico. La identidad democrático-antifascista del movimiento reformista, las medidas de los gobiernos militares frente a las universidades, el ascenso político de Perón y en particular su política universitaria y sus acciones frente a los estudiantes, son las cuestiones analizadas por los autores para situar y evaluar las posiciones del reformismo estudiantil en este período. Con las investigaciones de Pis Diez y Califa disponemos de una historia del movimiento reformista en las universidades de Buenos Aires y de La Plata bajo la gestión del primer Peronismo. Ellas nos brindan así una reconstrucción historiográfica de la complejidad de la vida universitaria en los años 1946-1955, marcada por un nuevo modelo de funcionamiento académico–institucional de las casas de altos estudios y el fin de su autonomía, la gran expansión de su matrícula y los ensayos de formación política de los estudiantes. Una complejidad de abordaje que se acentúa para el historiador cuando se inscribe esa realidad universitaria y la del movimiento de estudiantes, en una sociedad que vivía la experiencia de una democracia social obrera y las consecuencias de la instauración del sufragio femenino.

En conclusión, los trabajos que componen este dossier buscan ofrecer una serie de reconstrucciones historiográficas sobre diversas dimensiones del movimiento de la Reforma Universitaria en su despliegue académico-cultural, gremial y político-ideológico durante la primera mitad del siglo XX. El saber historiográfico que disponemos de la Reforma en su centenario, posibilita pensar las complejas significaciones político-culturales que tuvo esta experiencia para el movimiento estudiantil y para la comunidad académica que hizo propio su ideario de nueva universidad. Un ideal de universidad tramado por valores democráticos e igualitaristas para construir, con el instrumento de la ciencia, una sociedad democrática. Las investigaciones de este dossier también permiten evaluar el curso histórico seguido por el reformismo en algunas de las coyunturas políticas del siglo XX, y si estuvo en ellas a la altura de realizar su programa educativo en las universidades públicas y de cumplir las funciones culturales, sociales y políticas para contribuir a la construcción de una sociedad democrática.

 

Textos seleccionados para el dossier

Buchbinder, Pablo (2018). Pensar la Reforma Universitaria cien años después.Revista Iberoamericana de Educación Superior (RIES), México, UNAM-IISUE/ Universia, vol. IX, 25, pp. 86-95. Recuperado de http:// dx.doi.org/1022201/ iisue.2007.2872e.2019.25.343

 

Carreño, Luciana (2017). Pobrecitos jovencitos sin sexo y sin seso. Formas y modelos de vida estudiantil bajo la crítica de los reformistas de izquierdas en la Universidad de Buenos Aires (1917-1921). Izquierdas. Una mirada histórica desde América Latina, 32, pp. 79-106. Recuperado de  http://www.izquierdas.cl/images/pdf/2017/n32/5.Carreno.pdf

 

Graciano, Osvaldo (2017). La filosofía en la ciudad: Alejandro Korn y las experiencias culturales del Grupo Renovación en una capital de provincia. Izquierdas. Una mirada histórica desde América Latina, 34, pp. 150-178. Recuperado de http://www.izquierdas.cl/images/pdf/2017/n34/art7.pdf

 

Tcach, César (2012). Movimiento estudiantil e intelectualidad reformista en Argentina (1918-1946). Cuadernos de Historia, 37, pp. 131-157. Recuperado de https://cuadernosdehistoria.uchile.cl/index.php/CDH/article/view/29975/31749

 

Califa, Juan Sebastián (2010). La militancia estudiantil en la Universidad de Buenos Aires entre golpe y golpe, 1943-1955. En Buchbinder, Pablo, Califa, Juan S. y Millán, Mariano (compiladores) Apuntes sobre la formación del movimiento estudiantil argentino, 1943-1973 (31-79).  Buenos Aires: Final Abierto.

 

Pis Diez, Nayla (2018). Peronismo, universidad y oposición reformista. El caso de la ciudad de La Plata / ciudad Eva Perón (1943-1955). Estudios Sociales, 54, pp. 67-91.

 

 

Bibliografía

 Bacolla, Natacha, Eujanián Alejandro y Mauro, Diego (Directores) (2018). Dimensiones del reformismo universitario. Rosario: HyA ediciones/ Universidad Nacional de Rosario.

Biagini, Hugo (Compilador) (1999). La Universidad de La Plata y el movimiento estudiantil. Desde sus orígenes hasta 1930. La Plata: UNLP.

Biagini, Hugo (2000). La Reforma Universitaria. Antecedentes y consecuentes. Buenos Aires: Leviatán.

Biagini, Hugo (2018). La Reforma Universitaria y Nuestra América. A cien años de la revuelta estudiantil que sacudió al continente. Buenos Aires: Editorial Octubre.

Buchbinder, Pablo (1997). Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires: Eudeba.

Buchbinder, Pablo (2000). El movimiento reformista de 1918: una perspectiva desde la historia interna de la Universidad de Buenos Aires. Estudios Sociales, 19, pp. 37-63.

Buchbinder, Pablo (2008). ¿Revolución en los claustros? La Reforma Universitaria de 1918. Buenos Aires: Sudamericana.

Buchbinder, Pablo, Califa, Juan Sebastián y Millán, Mariano (Compiladores) (2010). Apuntes sobre la formación del movimiento estudiantil argentino, 1943-1973. Buenos Aires: Final Abierto.

Bustelo, Natalia (2018). Todo lo que necesitas saber sobre la Reforma Universitaria. Buenos Aires: Paidós.

Caldelari, María y Funes, Patricia (1996). Algunas proposiciones sobre la reforma universitaria, en Taller, Revista de sociedad, cultura y política, vol. 1, nº 2, pp. 87-99.

Caldelari, María y Funes, Patricia (1997). Escenas Reformistas. La Reforma Universitaria, 1918-1930. Buenos Aires: Eudeba.

Celentano, Adrián y Bustelo, Natalia (2012). Presentación de Estudiantes y populismo de Juan Carlos Portantiero. Los trabajos y los días, 3, pp. 87-93. Recuperado de https://revistas.unlp.edu.ar/LosTrabajosYLosDias/article/view/5751

Dip, Nicolás (2017). Libros y alpargatas. La peronización de estudiantes, docentes e intelectuales de la UBA (1966-1974). Rosario: Prohistoria.

Graciarena, Jorge (1971). Clases medias y movimiento estudiantil. El Reformismo Argentino: 1918-1966. Revista Mexicana de Sociología, UNAM, volumen 33, nº 1, pp. 61 -100.

Graciano, Osvaldo (2008). Entre la torre de marfil y el compromiso político. Intelectuales de izquierda en Argentina, 1918–1955. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.

Gutiérrez, Ramón (coordinador) (2018). El pensamiento americanista en tiempos de la Reforma Universitaria. Ricardo Rojas – Ángel Guido. Buenos Aires: Cedodal.

Millán, Mariano (compilador) (2014). Universidad, política y movimiento estudiantil en Argentina (entre la “Revolución Libertadora” y la democracia del ’83). Buenos Aires: Final Abierto.

Portantiero, Juan Carlos (1978). Estudiantes y política en América Latina. El proceso de la Reforma Universitaria, 1918-1938. México: Siglo Veintiuno.

Walter, Richard (1968). Student Politics in Argentina: The University Reform and Its Effects, 1918-1964. New York: Basic books.

 

[1] Portantiero, Juan Carlos (1978). Estudiantes y política en América Latina. El proceso de la Reforma Universitaria, 1918-1938. México: Siglo Veintiuno.

[2] Buchbinder, Pablo (2008). ¿Revolución en los claustros? La Reforma Universitaria de 1918. Buenos Aires: Sudamericana. Biagini, Hugo (2018). La Reforma Universitaria y Nuestra América. A cien años de la revuelta estudiantil que sacudió al continente. Buenos Aires: Editorial Octubre.

[3]González, Julio V. (1922). La revolución universitaria, 1918-1919. Buenos Aires: Cooperativa editorial Nosotros y del mismo (1927). La Reforma Universitaria. Buenos Aires: Sagitario; Del Mazo, Gabriel (compilador) (1926). La Reforma Universitaria. Buenos Aires: Talleres Gráficos Ferrari Hnos.

[4] Celentano, Adrián y Bustelo, Natalia (2012). Presentación de Estudiantes y populismo de Juan Carlos Portantiero. Los trabajos y los días, 3, pp. 87-93.  Recuperado de https://revistas.unlp.edu.ar/LosTrabajosYLosDias/article/view/5751

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Dossier. Marxismos latinoamericanos (siglo XX) https://historiapolitica.com/dossiers/dossier-marxismos-latinoamericanos-siglo-xx/ Fri, 13 Jul 2018 12:54:37 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3813 ISSN sección Dossier 2618-415x

Dossier. Marxismos latinoamericanos (siglo XX)

 

Marcelo Starcenbaum (IdIHCS-UNLP/CONICET)

 

Desde hace ya algunos años los marxismos latinoamericanos vienen ocupando un espacio cada vez más significativo dentro de los estudios de historia intelectual e historia de las izquierdas. Apuntalado fundamentalmente por trabajos desarrollados en universidades latinoamericanas, pero también por otros realizados en el marco de la academia estadounidense, este campo de estudios demuestra actualmente una vitalidad que se expresa en la multiplicación de libros y dossiers temáticos, en el desarrollo de proyectos de investigación individuales y colectivos, y en la realización de reuniones y coloquios internacionales.

Este renovado interés por la historia de los marxismos latinoamericanos se inscribe en una sucesión de momentos en los cuales dichas tradiciones se volvieron igualmente objeto de indagación. Como afirma Horacio Tarcus, esta nueva camada de investigaciones tiene como antecedentes los trabajos que en la década de 1970 repusieron las tradiciones del marxismo en su diversidad y los que en la década de 1980 se abocaron al estudio de la densidad teórica y política de los marxismos latinoamericanos.[1] Por un lado, estas nuevas investigaciones profundizan el proceso de distanciamiento del objeto, lo cual habilita una perspectiva de análisis crítica, pero no mediada por la ligazón entre la historia de los marxismos y las vicisitudes políticas de la izquierda contemporánea. Por el otro, presentan como novedad el descentramiento de los problemas y las figuras analizadas, lo que legitima el estudio de cualquier objeto que se cruce de un modo u otro con el corpus marxista, y el relativo abandono de una perspectiva continental, lo cual redunda en la multiplicación de miradas sobre las formaciones nacionales del marxismo.

Ahora bien, no puede dejar de señalarse que todo lo que estos estudios entrañan de novedoso también redunda en un conjunto de problemas de índole analítica. El descentramiento en cuanto a las figuras y la particularización en cuanto a lo regional se han realizado sobre un sustrato en el que aún opera la idea de un marxismo latinoamericano. En ese sentido, “marxismo latinoamericano” sigue constituyendo un esquema interpretativo tan abarcativo como problemático. Como han señalado Omar Acha y Debora D’Antonio, se trata de una noción que ha sido insuficientemente explorada en el campo de la historia intelectual y la historia de las izquierdas en América Latina.[2]

Al respecto, la mención en plural de los marxismos latinoamericanos parece indicar un camino por el que sortear al menos alguna de sus limitaciones. Junto a esta dimensional categorial, cabe señalar también la especificidad de los marxismos latinoamericanos como un objeto político e intelectual sometido a múltiples condicionamientos. El carácter transnacional del marxismo nos ha legado un objeto que se resiste a indagaciones simples y explicaciones unicausales. Como advierten Elvira Concheiro y Jaime Ortega Reyna, hacer la historia de los marxismos latinoamericanos implica la atención simultánea a fenómenos de carácter internacional, procesos de alcance continental y particularidades netamente regionales.[3]

Destaquemos por último que el estudio de los marxismos latinoamericanos se realiza en la actualidad a través de múltiples perspectivas de análisis. Una de las indagaciones que se ha relevado productiva es la de los estudios de recepción, los cuales buscan delimitar los procesos complejos a través de los cuales un espacio nacional recibió y resignificó la obra de un autor o una corriente marxista originada en un contexto distinto al de su recepción. Otra línea de trabajo es la investigación sobre las culturas políticas desplegadas a partir de las tradiciones marxistas, lo cual implica una mirada atenta a las obras y los autores, pero también a los espacios y las instituciones. Por otro lado, un conjunto cada vez más significativo de investigaciones están dando cuenta de la dimensión editorial del desarrollo del marxismo, lo que ha llevado a profundizar en los distintos procesos implicados en la creación y difusión de materiales impresos en el seno de las izquierdas. Finalmente, el espacio de las revistas a través de las cuales se desarrollaron las tradiciones marxistas en América Latina constituye otro objeto relevante, que ha iluminado fundamentalmente los agrupamientos intelectuales que generaron intervenciones específicas en el campo de las izquierdas.

En este sentido, resulta de gran dificultad la delimitación de un conjunto de trabajos que de cuenta de esta multiplicidad. Por ello, hemos optado por reproducir una serie de investigaciones que analizan los diversos marxismos latinoamericanos desde un ángulo que articula de manera productiva las variables analíticas de la historia intelectual y la historia de las izquierdas. Al poner el énfasis en la dimensión intelectual de la cultura de las izquierdas, queremos resaltar una franja de análisis que da cuenta de los factores políticos y culturales de las formaciones continentales del marxismo, pero que reserva un lugar privilegiado a los problemas de índole teórica. Si bien la presente selección no agota las múltiples iniciativas investigativas actuales, creemos que puede ser representativa de un modo particular de intervenir en el campo de estudios sobre los marxismos latinoamericanos.

En el texto que abre el dossier, Bruno Bosteels proporciona un suplemento a la indagación abierta por José Aricó alrededor de la relación entre Marx y América Latina. En la senda del marxista cordobés, y retomando las críticas realizadas a dicha interpretación por Álvaro García Linera, Bosteels pone en evidencia otra dimensión de la relación, la del desencuentro del pensamiento crítico latinoamericano con la obra del fundador del marxismo. Este ejercicio, que es realizado a través de la figura de José Martí, permite tanto una complejización de la relación entre teoría marxista y realidad latinoamericana como una apertura de dicho problema a la estructura del capitalismo en su fase global.

Por su parte, Martín Cortés lleva a cabo una evaluación en conjunto de la obra de Aricó a los fines de calibrar su especificidad en el marco del marxismo latinoamericano contemporáneo. Al respecto, Cortés caracteriza la intervención de Aricó como un pensamiento sobre la realidad latinoamericana que mantiene una perspectiva crítica sin renunciar a la especificidad de la región. El trabajo propone al problema de la traducción como un eje que permite dar cuenta de este esfuerzo por mantener unidas la problemática teórica marxista y la singularidad histórica y política de América Latina.

Por un camino similar al de Cortés se interna el análisis realizado por Guillermo Ricca. También centrado en la figura de Aricó, Ricca aborda los problemas de su obra desde una perspectiva amplia en la que se cruzan el eurocentrismo de Marx y la crisis del marxismo. De este modo, la intervención de Aricó es ubicada en el espacio de lecturas de Marx interesadas en dar cuenta de sus tensiones y silencios, sobre todo en las cuestiones relativas a la práctica política. En este mismo sentido, Ricca abre el campo de las recepciones posibles de Marx y pone a la obra de Aricó en diálogo con otras, como la del subalternismo indio, a los fines de constatar su potencialidad para un pensamiento sobre la historia política del sujeto subalterno.

El texto de Diego Giller constituye un acercamiento a la obra del marxista boliviano René Zavaleta Mercado realizado a propósito del aniversario de uno de sus trabajos más destacados, Lo nacional-popular en Bolivia. Dado el carácter póstumo e incompleto de este trabajo, Giller propone un conjunto de aproximaciones posibles, entre las que se destaca el rol de Zavaleta Mercado como historiador de lo político. Es decir, que en la obra del marxista boliviano estaría representada una de las formas más originales y potentes de dar cuenta de los procesos históricos de articulación entre el Estado y la sociedad civil. Puede decirse que subyace la idea de que, si bien realizada para el caso boliviano, esta indagación constituye un punto de partida insoslayable para una interpretación marxista de la historia latinoamericana.

La obra de Zavaleta Mercado también es abordada en el trabajo de Anne Freeland. En su caso, la indagación se dirige a las particularidades del giro gramsciano desarrollado por una porción significativa de los intelectuales marxistas latinoamericanos entre las décadas de 1970 y 1990. Propone entonces una reconstrucción de los ejercicios teóricos emprendidos por marxistas latinoamericanos en pos de articular el proyecto socialista con las estructuras institucionales del Estado liberal. Sobre un marco de lectura de Gramsci compartido por estos intelectuales, el trabajo de Freeland se detiene en las particularidades de la recepción en las obras del brasileño Carlos Nelson Coutinho, el boliviano René Zavaleta Mercado y los argentinos Juan Carlos Portantiero y José Aricó.

El texto de Jaime Ortega Reyna nos ubica en otras coordenadas regionales y teóricas. Consiste en un análisis del problema del valor de uso en la obra del marxista ecuatoriano Bolívar Echeverría. Para ello, la reconstrucción se realiza en dos planos, el del propio trabajo de Echeverría y del marxismo contemporáneo. De esta manera, la forma particular que adquiere el problema del valor de uso en la obra del ecuatoriano es enriquecida por una visión panorámica del tratamiento de dicha cuestión en el universo teórico del marxismo. A lo largo de su repaso, Ortega Reyna demuestra que la obra de Echeverría se orienta fundamentalmente al problema de la reproducción social-natural de la vida humana y que dicha perspectiva permite análisis productivos de cuestiones tales como el trabajo, la producción, la circulación y el consumo.

En una línea de investigación similar se ubica el trabajo de Víctor Hugo Pacheco Chávez. También sobre Echeverría, se orienta a delimitar las formas que adquiere en su obra una teoría crítica de la cultura. En este marco, la indagación se realiza principalmente sobre el tratamiento al que somete el marxista ecuatoriano la relación entre barroco y capitalismo. Al igual que Reyna, se remite a los lugares del valor de uso en el marxismo contemporáneo para comprender la especificidad de la obra de Echeverría, Pacheco Chávez se aproxima al tratamiento del barroco en el siglo XX a los fines de delimitar su singularidad en la producción de Echeverría sobre esta temática. De esta manera, gira alrededor de la hipótesis de que en Echeverría el barroco es abordado principalmente en términos de resistencia a la lógica de acumulación del capital.

Finalmente, el trabajo de Susana Draper nos permite conocer aspectos diferenciados de los artículos precedentes. Por un lado, porque trabaja sobre las obras de filósofas marxistas mujeres. Por el otro, porque elige una perspectiva que pone en diálogo producciones realizadas tanto en el norte como en el sur de América. Del cruce entre estas dos dimensiones se deriva un análisis de trabajos en los que se condensan imaginarios revolucionarios que desafían los esquemas políticos estado-céntricos y las tendencias economicistas y desarrollistas del marxismo heteropatriarcal. De este modo, Draper revisita un conjunto de obras de marxistas norteamericanas y latinoamericanas con el objetivo de delimitar un lenguaje político común que expresa en un sentido novedoso los impulsos de transformación social.

 

Textos seleccionados para el dossier

Bosteels, Bruno (2009). Marx y Martí: lógicas del desencuentro. Nómadas, 31, pp. 63-73.

Cortés, Martín (2010). La traducción como búsqueda de un marxismo latinoamericano: la trayectoria intelectual de José Aricó. A Contracorriente, 7 (3), pp. 145-157.

Ricca, Guillermo (2013). Marx después de Marx: eurocentrismo, crítica y política en José Aricó. Utopía y Praxis Latinoamericana, 61, pp. 71-87.

Giller, Diego (2017). René Zavaleta, historiador de lo político. Seis propuestas para leer Lo nacional-popular en Bolivia. Trabajos y Comunicaciones, 46, pp. 1-16.

Freeland, Anne (2014). The Gramscian Turn: Readings from Brazil, Argentina and Bolivia. A Contracorriente, 11 (2), pp. 278-301.

Ortega Reyna, Jaime (2012). El valor de uso en el marxismo de Bolívar Echeverría. En David  Gómez Arredondo y Jaime Ortega Reyna, Pensamiento filosófico nuestroamericano (pp. 17-40). México D.F.: UNAM.

Pacheco Chávez, Víctor Hugo (2014). Bolívar Echeverría, ethos barroco y destrucción de la riqueza. Youkali, 16, pp. 70-79.

Draper, Susana (2017). Para imaginar revoluciones del día después: mujeres marxistas y filosofías de la transformación. Escrituras Americanas, 2 (2), pp. 172-195.

 

[1] Tarcus, Horacio (2016). Para un programa de estudios sobre los marxismos latinoamericanos, Memoria, 257, pp. 62-73.

[2] Acha, Omar y D’Antonio, Debora (2010). Cartografía y perspectivas del “marxismo latinoamericano”. A Contracorriente, 7 (2), pp. 210-256.

[3] Concheiro, Elvira y Ortega Reyna (2017). Debatir los diversos marxismos latinoamericanos. Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano, 49, pp. 1-3.

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Dossier. Arte y política en Argentina https://historiapolitica.com/dossiers/dossier-arte-y-politica-en-argentina/ Tue, 28 Mar 2017 18:56:36 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3592 Dossier. Arte y política en Argentina

 

Ana Bugnone (IdIHCS – UNLP – CONICET)

 

Hace algunos años comenzaron a destacarse trabajos de investigación que analizaban, desde diferentes puntos de vista, los vínculos entre arte y política. En este dossier se propone un recorrido por algunas prácticas artísticas que surgieron en Argentina en marcos políticos e históricos con un peso particular: el peronismo, las décadas de los sesenta y setenta, la democracia y la poscrisis de principios de este siglo. En aquellos momentos, ciertos artistas y colectivos artísticos propusieron lecturas, miradas y experiencias de lo que se estaba viviendo y, en general, del pasado. Esas prácticas expresaron de modos específicos formas de aprobación al orden vigente o de contestación al poder, consensos o aperturas a nuevas formas de vida. A través del estudio de una diversidad de prácticas, tales como el teatro clásico y el comunitario, la historieta, el cine, la fotografía, las artes visuales y las performances, los artículos que se incluyen en este dossier, dan cuenta de la complejidad y la heterogeneidad de vinculaciones entre arte y política. En algunos casos, la presencia del estado es crucial, en otros, del movimiento político, o bien la confluencia con un conjunto de ideas políticas que circulaban en cada época.

Inicia el dossier un trabajo de Marcela Gené sobre la historieta “José Julián, el heroico descamisado”, publicada en Descamisada, revista de humor político que se transformó en un órgano de la propaganda estatal. En el contexto del primer peronismo, el protagonista de la historieta luchaba contra la oligarquía y el sabotaje, y expresaba en cada acto su lealtad al líder. Según Gené, con un personaje previsible y un argumento esquemático, la historieta fue planificada como medio para transmitir mensajes políticos. Sin embargo, en tanto género popular y masivo, contribuyó en la construcción de la identidad política peronista.

En el mismo período, las políticas culturales del gobierno peronista dieron lugar a diversas experiencias artísticas, especialmente destinadas a trabajadores. Así, Yanina Leonardi analiza prácticas y formaciones artísticas que considera parte de la democratización de la cultura durante el peronismo y que parten de una concepción pedagógica del arte. El “Teatro Obrero Argentino de la Confederación General del Trabajo” tenía un elenco formado por trabajadores. La idea de que el bienestar también incluía a las actividades artísticas no sólo como forma de transmisión educativa de valores e ideales, sino también para contrarrestar el elitismo cultural que había imperado hasta entonces, son los ejes sobre los que Leonardi transita en el artículo.

La forma en que el cine político de entre fines de los sesenta y mediados de los setenta mostró las ocupaciones de fábricas es otro de los aspectos claves que se analizan en este dossier. En efecto, Mariano Mestman estudia las imágenes que el cine argentino utilizó y significó sobre los conflictos obreros de mediados de los sesenta, y destaca de qué modo las películas mostraron los límites y problemas de dicho proceso. De este modo, señalan la necesidad de encauzar las protestas hacia la lucha armada, de acuerdo con el discurso que circulaba en la época en sectores de la nueva izquierda.

En el mismo contexto de radicalización política, Ana Bugnone trabaja sobre el artista Edgardo Antonio Vigo, cuya poética neovanguardista se distancia de una adhesión directa partidaria u orgánica, aunque establece una relación con la política contestataria de la época. De este modo, la autora analiza cómo a través de la poesía visual, las acciones artísticas en el espacio público y el uso del lenguaje judicial, Vigo proponía un tipo de cambio político, cuestionando valores, formas de vida y jerarquías del orden social autoritario.

Las huellas que ha dejado la dictadura argentina que transcurrió entre 1976 y 1983 se han expresado en distintos niveles, uno de los cuales es la producción fotográfica sobre la desaparición. Luis Ignacio García aborda un grupo de trabajos que construyen e imaginan identidades familiares en torno a la desaparición desde mediados de los noventa. La forma en que estos ensayos fotográficos elaboran la memoria se distingue de un uso anterior de la fotografía como testimonio y reclamo por lo sucedido y contienen una politicidad “en pianissimo”, dice el autor, una potencia que se revela en el cuestionamiento acerca de lo contemporáneo.

El trabajo de Lola Proaño Gómez se centra en el modo en que la experiencia del teatro comunitario opera como resistencia a la crisis social y política de fines de los noventa y principios del dos mil. Esta resistencia construye nuevas modalidades de autonomía y subjetivación, contrarias a las definidas por la organización racional y neoliberal. Proaño Gómez analiza cómo el teatro comunitario se transforma en un “monstruo” desde el punto de vista biopolítico, en tanto es un “otro” respecto de lo que impone el sistema capitalista. La autora sostiene que el teatro comunitario produce una subjetividad y un cuerpo diferentes, es decir, una nueva potencia de vida.

Otras de las formas en que los artistas trabajaron sobre los cambios de principios del siglo XXI se explica en el artículo de Leonor Arfuch a través de un análisis de exposiciones y obras que vinculan arte, memoria y experiencia. Ya sea a través de objetos que generan archivos y memorias personales o de un período, como los ochenta, su promesa democrática y posterior debacle, por medio de miradas locales y regionales críticas o bien extranjeras, las exposiciones se ocupan del mundo contemporáneo. La autora apuesta a encontrar en ellas una capacidad particular que se expresa en el poder revulsivo del arte contra la forma de vida actual.

Textos seleccionados para el dossier

 

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Dossier. Literatura y política https://historiapolitica.com/dossiers/dossier-literatura-y-politica/ Wed, 04 May 2016 21:38:12 +0000 http://historiapolitica.com/?post_type=dossiers&p=3433 Literatura y política

 

Ximena Espeche (CONICET/FFyL-CHI/UNQ)

 

Si hay un par que es tenso, ese es el de “Literatura y política”. O al menos así lo parece si revisamos la producción académica argentina (y no sólo argentina): es un par complejo porque el consenso sobre qué alcances toma el problema no está saturado. A qué se llama “política” en ese par. A qué “literatura”. Armamos la dupla, asumimos su o sus sentidos a cada uno de los términos, les exigimos una historia y sobre ello van los análisis. {{1}} Esto es, podemos decir que se trata de los modos en que desde la crítica literaria, y no sólo desde ella: sociología, ciencia política, historia, etc., una serie de autorxs, una serie de textos, una serie de problemas y una serie de lecturas instituyen y son instituidas como conjunto sine qua non de la entente “literatura y política”.

Podemos, también, encontrarnos con la afirmación de que uno de los términos es inexistente, en el sentido de que la literatura no existe, o no es más que lo que “se enseña”; o que es una institución al menos desde el siglo XVIII y que antes su sentido no era tal como lo conocemos hoy. O, por el otro lado, que el otro de los términos, el de política, es mucho más que la exacerbación de “política” como el accionar concreto de un grupo o la puesta en marcha de unas ideas en función de una doctrina; es la insistencia en que “política” supone la disputa por lo sensible y la legitimidad de los modos de nombrar. {{2}} Y, también, que la afirmación de que toda literatura intrínsecamente es política reduce la tensión que opera en el vínculo, entre eso que “no se enseña” y eso que es disputa concreta, cuerpo a cuerpo, por el reparto de lo sensible y quién estaría en condiciones de nombrarlo.

El dossier presentado pone en perspectiva esas afirmaciones. Dentro de la enorme cantidad de muy buenos trabajos relativos a la relación entre literatura y política, este dossier está compuesto por textos que se ocupan del siglo XX, exceptuando uno que se remite a los orígenes de la Argentina “moderna”, en el último tramo del siglo XIX.

El trabajo de Claudia Román sigue de cerca los vaivenes de la imagen de Sarmiento en la prensa periódica. Especialmente, en las caricaturas porque en realidad lo que tematizan, paradojalmente, es el uso que el propio Sarmiento hace de la figura por la que es caricaturizado: el loco. Sebastián Hernaiz revisa a su vez las lecturas normativizadas de la narrativa cortazariana en Casa tomada, y allí pregunta hasta qué punto el relato mismo construye un narrador que, dando vuelta la operación canónica de lectura, está planteado como un “mentecato” y el cuento todo pasa a ser más bien filoperonista que antiperonista. O, en su recuento por las modulaciones de las palabras, María Pía López explora en el análisis de la figura de Rodolfo Fogwill y su novela Los Pichiciegos cierta caracterización de la lengua y del habla sociales. Una madre que viendo la televisión dice “hundimos un barco” durante la Guerra de Malvinas expresa mucho de la militarización de la sociedad pero también de la imposición de una guerra como pantalla y, luego, como síntoma de una herencia cultural. Adriana Petra desgaja punto a punto cómo las discusiones sobre la tradición cultural y la literatura nacional -sobre todo la gauchesca, el criollismo y la figura del gaucho-, fueron centrales a la hora de disputar los bienes simbólicos y materiales de una sociedad como la argentina peronista en la voz de intelectuales comunistas. Y donde, además, la relación entre el compromiso y el arte confluía en la sospecha de que la autonomía de este último era un punto ciego: ¿quiénes definían los criterios de uno y otra? ¿Cuáles eran esos criterios y en relación con qué tradiciones culturales? Finalmente, Claudia Gilman analiza de muy cerca, y con un interés especial en el problema de la periodización, el drama de los escritores vueltos intelectuales por las derivas de la Revolución Cubana, la espera de una literatura que le hiciera ambiguos honores (que fuera revolucionaria tanto en forma y fondo), la reconfiguración de los valores de esa literatura y de esos escritores según su vínculo con el Mercado, y cómo esa trama definió las posturas antiintelectualistas dentro y fuera de la isla.

Los trabajos elegidos proponen entonces que la relación entre literatura y política es un ángulo de toma para mirar mejor ciertos problemas. Para nombrar sólo algunos de ellos: la disputa por el lugar de los escritores y de ahí la configuración de las “ideologías de escritor”; el análisis sobre la asunción del lugar de intelectuales latinoamericanos frente al Mercado, la Revolución o América Latina; las discusiones dentro del partido Comunista a la hora de pensar una tradición cultural que tiene su tempos cruzados con los usos políticos del pasado nacional en el presente de la Guerra Fría -que no puede entonces dejar de pensarse como tensión entre nacional/regional/internacional/global-; las modulaciones de una “tradición de lectura” que volvieron a un narrador el espejo de una clase social, una univocidad a ser cuestionada; y justamente sobre esa polivalencia de los sentidos y la disputa por su normalización, el trabajo en torno de la sátira y los usos que hace Sarmiento y que hacen sobre su misma figura: el loco, el moro, el bárbaro; y el que ausculta la lógica de un lenguaraz como Fogwill.

En definitiva, todos ellos rodean lo que parece una afirmación para volverla una pregunta: ¿cómo es posible?

[[1]] Entre los varios trabajos que se dedican a escudriñar esta relación y hacerla parte activa de la composición de una mirada de y sobre la literatura y la crítica literaria en Argentina la lista es larga y, además, incompleta. Nombro aquí algunos de los que al menos a mí me han ayudado a pensar esa relación: Altamirano, Carlos y Sarlo, Beatriz (1997), Ensayos argentinos. De Sarmiento a la Vanguardia. Buenos Aires: Ariel; Gilman, Claudia (2002), Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina, Buenos Aires: Siglo XXI; Gramuglio, María Teresa (2013), Nacionalismo y cosmopolitismo en la literatura argentina. Rosario: Editorial Municipal de Rosario; Raimondi, Sergio, El poeta y el Estado. En A.A.V.V., La letra argentina. Lenguajes, política y vida en el siglo XXI (pp. 113-119). Buenos Aires: Ministerio de Cultura de la Nación, Secretaría de Pensamiento Estratégico; Viñas, David (1995), Literatura argentina y realidad política. Buenos Aires: Sudamericana. Véase también: Eagleton, Terry (1998), Introducción a la teoría literaria. México: Fondo de Cultura Económica; Rama, Ángel (1995), La ciudad letrada. Montevideo: Arca; Ranciere, Jaques (2011) La política de la literatura. En Política de la literatura. Buenos Aires: libros del Zorzal; Rinesi, Eduardo (2003), Política y tragedia. Hamlet entre Hobbes y Maquiavelo. Buenos Aires: Colihue; Williams, Raymond (1980), Marxismo y literatura. Barcelona: Península. [[1]]
[[2]] Ranciere, Jaques (2011), La política de la literatura, op. cit, pp. 15-54. [[2]]

Textos seleccionados para el dossier

 

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